Chipre presenta un «plan B» con una tasa que grave los depósitos de a partir de 100.000 euros

"Estamos teniendo en cuenta la postura de muchos países europeos, en particular la de Alemania, de que no haya una tasa a los depósitos inferiores a los 100.000 euros", ha explicado un alto cargo del Gobierno chipriota que pidió permanecer en el anonimato.

Otras fuentes apuntan a que la ayuda comprendería apoyo ruso, recibido a cambio de participaciones energéticas.

Pero la novedad más importante sería la creación de un fondo de inversión que incluiría valores inmobiliarios del Estado y otros organismos -la Iglesia se ha ofrecido a participar- y en el que participaría también la Seguridad Social, además de quedar abierto la contribución de los ciudadanos y empresas que así lo deseen. Este fondo podría emitir bonos ligados a los beneficios futuros de la extracción de gas.

De acuerdo a fuentes del Gobierno citadas por el diario «Politis», "la principal cuestión es que el fondo no esté dirigido por el Gobierno, ya que la troika no lo aceptaría".

Ayer, el ministro de Finanzas del país, Mijalis Sarris, viajó a Rusia en busca de una solución. Según el Gobierno ruso, no hubo acuerdo sobre una ayuda y las deliberaciones deben continuar.

El jefe del Eurogrupo por su parte, opina que un nuevo préstamo de Rusia no ayudaría a Chipre porque no mejora la sostenibilidad de la deuda. Jeroen Dijsselboem ha apuntado que "no hay muchas alternativas" a la tasa a los depositantes y ha pedido que se aumente a las grandes fortunas salvaguardando a los pequeños ahorradores.

Chipre debe encontrar una fórmula para recaudar unos 5.800 millones de euros, ya que de otra forma, la Unión Europea se niega a contribuir al rescate de su sistema bancario con otros 10.000 millones de euros.

Mientras tanto los cajeros del país siguen cerrados a cal y canto y permanecerán así hasta el próximo martes . «No se puede comprar, no se puede vender», resumió Costakis Sophoclides, director de una tienda de congelados. En Chipre todo sigue parado.