Camacho, en la cuerda floja por la humillante derrota de China ante Tailandia

Según informa el diario de Hong Kong “South China Morning Post”, Camacho llegó a China con un contrato de 2,8 millones de euros anuales con el objetivo de clasificar al equipo para el Mundial de Brasil 2014. No sólo ha fracasado en el intento, sino que, además, China ha descendido 26 puestos en la clasificación de la FIFA desde entonces.

El sábado, en el estadio de Hefei (provincia de Anhui), una selección tailandesa formada prácticamente por juveniles le endosó cinco goles a China ante 20.000 espectadores que no daban crédito a sus ojos. Indignados, cientos de ellos se plantaron ante las puertas del campo en una rara muestra de rabia colectiva en este país, donde la Policía reprime al momento cualquier manifestación. Pidiendo a gritos la dimisión de “Kamaqiao”, como se conoce en mandarín al técnico español, hostigaron el autobús de la selección nacional al tiempo que coreaban su disolución.

Tras el encuentro, Camacho no dudó en asumir “toda la responsabilidad” de la derrota, la tercera seguida de su equipo, pero dejó en manos de la Asociación China de Fútbol la decisión de seguir o no en el puesto. Algunos medios como el “Diario del Pueblo”, portavoz del Partido Comunista, se preguntan “por qué no elegimos a otro en lugar de a José Antonio Camacho” y le culpan del “círculo vicioso” de embarazosas derrotas. Para colmo, l a goleada tailandesa coincidió con el cumpleaños del presidente Xi Jinping , un reconocido forofo.

Pero tanto los medios como los aficionados también admiten que no toda la culpa es de Camacho, ya que el fútbol chino está hundido en un pozo sin fondo. El motivo principal es la corrupción y el amaño de partidos por parte de las casas de apuestas “online”, cuya alargada sombra planea incluso sobre la selección nacional. En las redes sociales, numerosos seguidores sospechan que los jugadores se dejaron perder porque, según informan los medios chinos, un portal de juego de Macao (Macauslot) tuvo “problemas técnicos” y dejó de aceptar apuestas un minuto antes de que Tailandia marcara el primer gol, cuando una derrota de China por cuatro o más goles se pagaba 600 a 1.

Casualidad o amaño, en China dan poco crédito a sus internacionales porque el año pasado fueron condenados a prisión por aceptar sobornos dos antiguos responsables de la Asociación de Fútbol, el excapitán de la selección, cuatro exjugadores y el principal árbitro de la liga.

Con titulares como “Día de vergüenza” o “Desgracia”, los medios no sólo deportivos cuestionan el honor de los miembros de la selección nacional por “no mostrar un fuerte deseo por ganar” y critican la debilidad de la Superliga china , que a base de talonario ha fichado a técnicos extranjeros de prestigio como Marcelo Lippi y estrellas en el ocaso de sus carreras como Anelka y Drogba, quien sin embargo duró poco en el Shanghai Shenhua.

Camacho podría tener los días contados en China , pero pocos creen que su sucesor pueda cambiar las cosas en una selección que todos consideran una “patata caliente”.