Vettel logra la pole en Interlagos y Alonso saldrá tercero

El proceso de ubicación para salir al asfalto se pareció en Brasil a un atasco matinal en las carreteras periféricas del centro de Madrid en lunes. Gente metiendo codos y coches haciéndose hueco donde no lo había. Todos los pilotos pretendían tomar la delantera para ocupar la pole en el pasillo de los garajes, dar una buena vuelta con la pista seca y conseguir un tiempo potable antes de que volviese a llover. La Fórmula 1 añade poderosos alicientes cuando hay agua en el circuito. Las previsiones del tiempo no fallaron esta vez, lejos de aquellos cálculos antiguos cuando se acudía a google.com. Seco al principio y lluvia después, Hamilton obtuvo el mejor registro en las dos primeras vueltas y ya nada cambió. Con agua, los pilotos van obviamente más lentos. En la primera tanda fueron eliminados Maldonado, Gutiérrez, Pic, Van der Garde, Bianchi y Chilton.

La humedad y los neumáticos rayados no alteraron la disposición habitual de la Fórmula 1 esta temporada. En el primer escalafón estuvieron los de siempre y en el segundo escalón, también. McLaren no levanta cabeza en un curso aciago que nació viciado para la escudería de Woking y que no ha mejorado. Sus dos pilotos, Button y Sergio Pérez, resultaron fulminados en la Q2. Y en el colmo de la calamidad, el mexicano estrelló su coche contra las protecciones después de obsequiar al respetable con un trompo.

La sesión se detuvo durante treinta minutos por la tremenda lluvia en Interlagos. Y cuando se reanudó se vivió una de las mejores Q3 del año. El agua iguala los coches y algo de esto se vio en Sao Paulo. Fernando Alonso se sintió en su elemento, pilotó de cine y se elevó por encima del rendimiento habitual. Consiguió una magnífica tercera posición, aunque lejos de Vettel. El campeón del mundo obtuvo una diferencia de un segundo respecto al español y confirmó que es poderoso en todas las situaciones. Con agua también cazó la pole.