«The hook», un guión inédito de Arthur Miller, ve la luz sesenta años después

A principios de los años cincuenta, Arthur Miller escribió el guión de «The Hook» («El gancho»), una película que quería sacar adelante su buen amigo Elia Kazan. Situada en los muelles de Brooklyn, su protagonista, Marty Ferrara, era un estibador luchando contra las mafias sindicalistas y los funcionarios corruptos del puerto. Enviaron el guión a Darryl Zanuck, presidente de la 20th Century Fox, pero éste, temeroso del ambiente que se vivía en plena caza de brujas, lo remitió a su vez al FBI. La respuesta fue contundente. La película no podía hacerse ya que podía enturbiar el clima en los muelles y dificultar los esfuerzos que se llevaban a cabo con motivo de la guerra de Corea.

Miller utilizó entonces parte del material de «The hook» en el guión de «La ley del silencio» (1954) y en su obra «Panorama desde el puente» (1955). La muerte nunca aclarada de Pete Panto, un trabajador a quien, según todos los indicios, murió a manos de esas mafias corruptas de los puertos, fue la inspiración para el guión. «El teatro griego -escribió por aquellas fechas Arthur Miller- enseña a Occidente como resolver los conflictos tribales sin matarse unos a otros».

Tras conocer el texto de «The hook», del que quedó prendado, Dacre comenzó un trabajo de investigación con vistas a la puesta en escena de la obra. El proyecto, contó a la BBC, lleva varios años en estudio y, a pesar de su lenguaje cinematográfico, tiene una sencilla y directa traducción a la escena. Tanto Northampton como Liverpool, dijo el director, «son dos centros industriales con niveles extraordinarios de inmigración y cambio social». Marty, añade Dacre, es uno de los grandes personajes de Miller. «Lo que más me fascina de la pieza es que su autor tenía claramente la sensación de que muchos de sus temas perdurarían hoy». La integridad, la lucha por cambiar las cosas, la inmigración y la traición son temas que aborda la obra.

«El gancho», ha escrito, «combina la abierta sensibilidad política de una de las “obras sociales” de Arthur Miller con los imprecisos dilemas morales de sus dramas dométicos. Algunos de estos elementos se pueden ver en “Panorama desde el puente” y creo que muchas de las ideas política y la indignación que sintió después de tener que enterrar este querido proyecto se canalizaron a traves de “Las brujas de Salem”».