Liber ahonda en la internacionalización del libro en español

No en vano, según apunta el director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, Antonio María Ávila, «un tercio de la exportación española del libro se suele hacer en Liber». Es por eso que en esta XXXIV edición la organización ha invitado a 500 prescriptores de 60 países y ha hecho especial hincapié en la presencia de grandes compradores internacionales como una veintena de bibliotecas estadounidenses.

El negocio, queda claro, será el gran protagonista de una cita que reunirá en el recinto ferial de Gran Via a 346 expositores de 10 países y dará voz a 150 ponentes que abordarán temáticas como la evolución digital en los mercados en español, la relación entre los sectores editorial y educativo, la omnipresente piratería o la circulación de la cultura en Estados Unidos.

«Es un salón de venta, sí, pero también de reflexión profesional», subraya Ávila sobre una feria que, además de premiar a la editora Beatriz de Moura y al escritor Juan Marsé, ahonda en lo digital y, por primera vez, contará con la presencia de Amazon. «Es evidente que hay nuevos jugadores en el mundo y puede haber un punto de tensión, pero estos actores han llegado para quedarse, así que es una buena noticia que Amazon esté en Liber, porque aquellos que estamos en el mismo sector vamos a tener que entendernos», apunta el presidente de Liber y de la Federación de Gremios de Editores en España, Daniel Fernández.

Con un presupuesto que ronda los 800.000 euros y la previsión de acoger 10.000 visitantes profesionales, Liber suma nuevos actores y estrecha lazos con otros sectores como el cómic y el diseño gráfico, aunque la situación de provisionalidad política ha rebajado la presencia institucional. «La administración central se encuentra en funciones y no han aprobado su plan de publicaciones», relativiza Ávila.

De entre todos los números y porcentajes que arroja Liber, sin embargo, hay un dato que inquieta especialmente al mundo del libro: ese 40% de la población española que, según el último barómetro del CIS, no lee nunca o casi nunca un libro. «La lectura y el libro han desaparecido de parte de la vida social española y de los programas educativos», lamenta Fernández, quien insiste en la necesidad de un pacto para la educación y de darle un nuevo impulso al Plan de Fomento del libro y la lectura.

Algo más optimistas se muestran los editores con el funcionamiento del mercado editorial gracias, en parte, al buen funcionamiento del libro de texto y al frenazo que, apunta Fernández, se ha producido en el cierre de librerías. «Hemos pasado de una cierta recuperación a una recuperación cierta», añade el presidente de FGEE, para quien, sin embargo, sigue siendo imprescindible y reforma de la ley de propiedad intelectual y un ley de mecenazgo.