lecturas de verano
Para tomarse el verano con filosofía
sergi doria
El verano propicia momentos de introspección y en nuestra mente resuena el eco torturador de qué hemos hecho mal. En materia de autoayuda, no todo acaba en el Dios de la Harley, o esas obviedades de tan insoportable levedad. Para autoayuda, la Filosofía que realmente « ... consuela» y que hoy nos hurtan en los currículos escolares. Y para autoayuda «profesional», un filósofo de guardia que no le hace ascos a la divulgación televisiva como Alain de Botton. Su longseller (reeditado por Taurus) «Las consolaciones de la filosofía» lo protagoniza un grupo de pensadores que, a través de los siglos, compartieron el interés de «decir unas cuántas cosas prácticas y consoladoras acerca de nuestros mayores pesares».
El sexteto de Botton lo encabeza Sócrates . Filósofo de cabecera en estos tiempos de pensamiento único, nos enseña que lo aparentemento obvio y natural rara vez lo es si lo abordamos desde la complejidad. En tiempos de vacas flacas y escasez de dinero, Epicuro nos enseña a no engañarnos con la felicidad y su lista incluye dichas no dinerarias como la amistad y la libertad de elegir previa reflexión de lo que realmente queremos. Y siempre nos quedará el estoicismo de Séneca : el optimismo exagerado conduce a la frustración.
En ese principio ahonda Montaigne al hacernos conscientes de nuestras limitaciones: «Si el hombre fuera prudente atribuiría a cada cosa su valor verdadero según fuera más o menos útil para su vida». Contra los desengaños amorosos, nos previene Schopenhauer . En él «encontramos el consuelo de saber que nuestro dolor es normal». La nómina filosófica se cierra con Nietzsche: lo que escuece cura. Ideal para transitar con energía del espejismo estival a la cruda realidad del otoño.
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