lecturas de verano
Libros para el sueño de una noche de verano

A finales de la II Guerra Mundial un submarino alemán hundió el barco en el que viajaba Mary Ann Clark Bremer , terrible suceso en el que murieron sus padres y en el que ella misma resultó gravemente herida. Repuesta, tras pasar una temporada en casa de su tío en el sur de Francia, vivió en Israel, tierra que dejó al no convenir con su política para instalarse posteriormente en Alemania, Francia y Suiza. Escribía a menudo, y en los años 70, ya con más de cuarenta años y animada por Friedrich Dürrenmatt , empezó a redactar sus memorias en forma de pequeñas y deliciosas novelas autobiográficas que publicaba con seudónimo, hasta hace bien poco que han empezado a ser recopiladas selladas con su propio nombre.
Emoción y sentimiento
Estamos ante una de esas deliciosas joyas que en apenas noventa páginas (dos horas de avión) reúnen todo lo que debe tener un buen libro: sabiduría, ternura, amor y muerte , enlazados con una prosa clara, sencilla, cristalina, pero repleta de poesía.
Convaleciente, con heridas en el cuerpo y en el alma, la protagonista conoce el amor mientras trabaja en la reconstrucción de la biblioteca del pueblo francés, asolado por la reciente guerra. Con tal excusa, Mary Ann nos acerca al mundo de sus escritores favoritos, como P roust, Daniel Defoe, Paul Valery, Wordsworth, Baudelaire, cuyas obras ella va recopilando y poniendo en manos de los habitantes del lugar.
Libro sutil y delicado, grandiosamente sencillo, en el que un amor repentino vivido a quemarropa durante una década finalizará en una lágrima. Las historias no necesitan ser envueltas con papel de regalo y celofán si la emoción y el sentimiento las pueblan a raudales.
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