INTERACTIVO
La Fontana di Trevi, antes y después de su restauración
Compara los detalles de la espléndida fuente romana en estas imágenes interactivas
ABC.ES, EFE


El agua vuelve a brotar de la Fontana di Trevi después de 17 meses seca por su restauración . La casa de moda Fendi decidió en enero de 2013 financiar las obras de restauración de fuente romana, erosionada por el paso del tiempo, la ... masiva afluencia de turistas, la contaminación y las inclemencias meteorológicas.
Los desperfectos se presentaban en toda la superficie, y en los yesos laterales de la fachada, que habían perdido su color original de falso (mármol) travertino. Se encontraban en un particular mal estado las piezas escultóricas y las rocas sobre las que se sitúan, recubiertas de espesas incrustaciones calcáreas, y algunas de las figuras mostraban grietas en la superficie.
La restauración comenzó en junio del año pasado y, desde entonces, se ha limpiado la superficie del monumento, se ha revisado y potenciado su sistema hídrico, se ha implantado una nueva iluminación led y se ha mejorado la red de cámaras de vigilancia.


En cifras, las obras han durado 516 días, menos de los 600 previstos, y han sido ejecutadas por un equipo de 26 restauradores que han intervenido en 3.900 metros cuadrados de mármol de travertino, 340 de estuco y 100 de yeso.
La Fontana di Trevi fue construida por Nicola Salvi entre 1732 y 1762 y se encuentra integrada en la fachada del renacentista Palazzo Poli. En 1732 el papa Clemente XII encargó a Salvi la construcción de la espectacular fachada del edificio y optó por proyectar un monumental conjunto escultórico dominado por la imponente representación de Océano.
La deidad sujeta un tridente y aparece flanqueada por dos representaciones femeninas, la Abundancia y la Salubridad, mientras que en la parte inferior emergen de las aguas dos caballos espoleados por unos tritones.
Consiste en una alegoría de la importancia del agua y muestra de ello es que uno de los caballos aparece furioso, recordando que el líquido elemento puede arrasar ciudades, mientras que el otro está calmado, para subrayar que sin él no se puede vivir.


La Fontana di Trevi, antes y después de su restauración
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