La UE podría revisar la multa de 152 millones a Telefónica por el ADSL

El jurista considera que el Tribunal General europeo, que en marzo de 2012 rechazó el recurso interpuesto por Telefónica, ratificando la sanción de julio de 2007, no examinó en profundidad el cálculo de la multa fijada por Bruselas, la más alta jamás impuesta a una teleco del Viejo Continente y sólo por debajo de cuatro que suma Microsoft.

El Ejecutivo comunitario entendía que, entre 2001 y 2006, Telefónica cometió un abuso «muy grave» de su posición en el mercado español de internet de alta velocidad. Según su resolución, que partió de una denuncia de la francesa Wanadoo, la multinacional alquilaba sus redes de ADSL al resto de compañías a un precio cercano al que ella lo comercializaba a sus clientes, haciendo que los demás operadores no pudiesen replicar esa oferta.

«Por su gravedad y duración, el abuso de Telefónica merece una sanción severa», falló Bruselas, admitiendo que la sanción buscaba un efecto disuasorio en el sector. El abogado no ve suficientemente justificada la diferencia entre esos 152 millones y las cuantías impuestas a Wanadoo (10,35 millones) y a Deutsche Telekom (12,6) «para unas prácticas, unos mercados, unos productos y unas empresas similares», explica en sus conclusiones sobre el caso.

Las opiniones del abogado de la UE no son vinculantes, pero la Corte suele seguirlas en la mayoría de los casos. De ser así, el Tribunal de Justicia anularía la sentencia y acto seguido resolvería él mismo o lo remitiría de nuevo al Tribunal General para su resolución.

Italia estudia vetar a Telco

Otro frente abierto para Telefónica es el malestar en Italia por su compra del 66% de Telco, que podría elevar al 100%, y que le daría el control indirecto de todo el 22,4% que ese «holding» tiene en Telecom Italia. Ante el temor a una españolización del grupo, el ministro de Economía de ese país, Fabrizio Saccomanni, aseguró ayer que su Gobierno podría usar la «acción de oro» para vetar su venta y defender la italianidad de Telecom y de su red de telecomunicaciones, activo estratégico.

En todo caso, y según fuentes del sector, la operación ni supone la toma del poder de Telecom Italia por Telefónica ni mucho menos de las infraestructuras del país. De hecho, el primer ministro, Enrico Letta, la sigue defendiendo como positiva para el futuro financiero del operador y garantizó que la nacionalidad de las inversiones no son un problema, recordando que Endesa es propiedad de la italiana Enel.