Schwarzenegger: «Tuve un apasionado romance con Brigitte Nielsen, y un hijo con mi niñera Mildred»

Schwarzenegger vino al mundo en una aldea campesina donde su madre se afanaba en conseguir un poco de mantequilla, algo de azúcar y unos puñados de grano para hacer crecer a la criatura. En plena Guerra Fría, cuenta que los curas atemorizaban a la población con historias de horror de rusos que disparaban a bebés en brazos de sus madres. Sus primeros recuerdos son de su madre lavando ropa y de su padre paleando carbón. Catorce años después, entre simulacros de una guerra nuclear, vería -en la televisión de una tienda de artículos eléctricos en la Lentplatz- reunirse al tío de su futura esposa con el máximo dirigente soviético, Nikita Jrushchov. « Kennedy se fue. Ese otoño, cuando Jrushchov levantó el muro de Berlín, escuchábamos a los adultos decirse unos a otros: «Ahora sí...».

Este roble austriaco paseó sus tendones por medio mundo («el planteamiento era sencillo: si tienes músculos, puedes ir a la playa y levantar chicas»), con 16 años elevaba ya 84 kilos en canal , y con 20 añitos se convirtió en el Mr. Universo más joven de la Historia , en Londres, donde repitió título un año después; con 24 alzaba 226 kilos y ya era Mr. Olympia (hasta seis veces), probó las mieles de Hollywood, y el 26 de agosto de 1977 conoció al senador Teddy Kennedy, minutos antes de que le presentaran a su futura esposa, Maria: «Fue en una fiesta en Nueva York. Era divertida y risueña. Un rato después también me presentaron a Eunice Kennedy Shriver, la madre de Maria. Las primeras palabras que le solté fueron: “ Su hija tiene un buen trasero ”. “Muy amable”, me respondió Eunice. María me invitó a sentarme a su mesa durante la cena. María me insistió para que fuera a Hyannis Port. “¿Te gusta esquiar en el agua?”». Y él comenzó a comprender: «Yo también entendía qué era lo que a Maria le atraía de mí. Su personalidad era tan fuerte que simplemente se llevaba por delante a los hombres y los convertía de inmediato en sus esclavos. Entonces aquí me tenía a mí, alguien a quien no podía pasarle por encima porque yo estaba seguro de mí mismo. Yo había logrado cosas y era alguien. Ella admiraba el hecho de que fuera un inmigrante que había venido a buscarse la vida aquí».

Algunas películas después -de ficción y de la vida-, Arnold «Terminator» Schwarzenegger se encontró en un avión con destino a Roma, donde ya estaba rodando «El guerrero rojo». Dino de Laurentis llevaba más de un año buscando a una actriz que fuera lo suficientemente amazónica para interpretar a Sonja. Finalmente encontró a Brigitte Nielsen en la portada de una revista. Era una modelo danesa de 21 años y 1,83 de estatura, completamente pelirroja y con fama de ser muy fiestera.

«El mayor problema que yo le veía a "El guerrero rojo" -confiesa Schwarzeneger en su libro de memorias "Desafío total"- era Red Sonja. Me involucré con Brigitte Nielsen y tuvimos un romance apasionado durante la grabación . Gitte, como le decían todos, tenía una personalidad risueña y divertida y una gran sed de atención. Después de la filmación viajamos por Europa un par de semanas antes de separarnos. Regresó a casa suponiendo que nuestra aventura había terminado». Pero...

Brigitte Nielsen viajó a Los Ángeles en enero para hacer la regrabación de los diálogos de la película, con el objetivo de que fueran más claros en la banda sonora, y le dijo a Arnold:

- Quiero una relación estable .

Y él le dijo que tenían que hablar en serio:

- Mira, Gitte -le dijo Arnold a la tentación escandinava-, eso fue en el set de grabación. Fue divertido, pero no fue nada serio. Ya estoy con la mujer [Maria Shriver] con la que quiero casarme, y no hay lugar para ti.

Y añadió:

-Si estás buscando una relación seria con una estrella de Hollywood, hay tipos por ahí que están disponibles y que se sentirían atraídos por ti, especialmente tu personalidad.

Brigitte Nielsen aceptó eso y concentró su energía en la búsqueda de un mejor partido. No pasó mucho tiempo. Al cabo de un mes acabó saliendo con Silvester Stalone y un año después se casaron.

Reconoce Schwarzenegger en su libro autobiográfico que sus habilidades como vendedor le fallaron en su etapa como Gobernador de California (2003-2010) . Una noche de febrero de 2009, firmó su «sentencia de muerte» como gobernator: 42.000 millones de dólares en ajustes presupuestarios y compromisos costosos en todos los sectores.

-Comprendí -reconoce Arnold Schwarzenegger en su libro- que la gente tenía la imagen de que yo podía echar a un lado al juez federal, al guardia en la estación de bombeo, subir a esa enorme válvula, romper la cadena y girar la rueda, liberando un torrente de agua en la tierra y convirtiéndola en un campo verde y exuberante, logrando que los agricultores pudieran trabajar de nuevo. Pero yo no podía hacer eso en la vida real. Ese es el problema de presentarte como el gobernator. Puedes hacer milagros, pero no eres Superman ».

Durante su agitado último mes de gobernador de California , -etapa en la que tuvo que hacer frente a una crisis presupuestaria, desastres naturales y disturbios políticos, Arnold Schwarzenegger trascendió las líneas de su partido para luchar por mejorar el medio ambiente, por reformas electorales y por alcanzar soluciones bipartidistas-, Maria y él acudieron a un consejero matrimonial. Ella tenía algo muy concreto en su mente. La oficina de ese consejero estaba tenuemente iluminada, con colores neutros y una decoración minimalista. Había un sofá, una mesa de café y la silla del terapeuta. Nada más sentarse, el consejero se volvió hacia él y le dijo:

-Maria quería venir hoy para preguntarte por un niño y saber si has tenido un hijo con Mildred , tu empleada doméstica. Ella quería venir para eso.

Y él asintió:

-Es cierto -dijo, mirando al consejero y a Maria Shriver-. Es mi hijo. Sucedió hace catorce años. No lo supe al principio, pero lo sé desde hace varios años. Sucedió en 1996, cuando Maria y los niños habían salido de vacaciones y yo estaba en la ciudad terminando de rodar «Batman y Robin». Mildred llevaba cinco años trabajando en nuestra casa y de repente estuvimos solos en la casa de huéspedes. El siguiente agosto, cuando Mildred dio a luz, bautizó al niño con el nombre de Joseph y registró a su marido como el padre. Eso es lo que yo quería creer y lo que yo creí durante varios años.

Joseph iba a casa de los Schwarzenegger y jugaba con los hijos del matrimonio:

-Solo noté el parecido entre Joseph y yo cuando era gobernador. El parecido era tan fuerte quen había pocas dudas de que no fuera hijo mío...