La unión bancaria, la nueva batalla de Alemania contra todos

En estos momentos hay dos proyectos cuyo diseño avanza paralelamente, el del Consejo Europeo que Herman Van Rompuy ha estado consultando con los países, y el que el presidente de la Comisión José Manuel Barroso y el comisario de Mercado Interior Michel Barnier esperan presentar este miércoles en Estrasburgo. A unos y a otros, el ministro de Economía alemán Wolfgang Schauble les ha dicho que considera imposible que comience a funcionar a principios de 2013 como se anuncia.

Lo que propondrá la Comisión es empezar en enero con los bancos que han recibido ayudas, los sistémicos «sanos» a partir de junio y fijar el horizonte de 2014 para que el Banco Central Europeo se encargue del control de todos los bancos de la eurozona, que son alrededor de 6.000 entidades. La primera parte es esencial para España, porque si el BCE asume el control de las entidades que hayan recibido ayudas públicas , estas podrían entonces pedir directamente dinero a los fondos de rescate, sin necesidad de que los programas de ayuda pasen por la contabilidad de los Estados y engorden sus problemas de deuda pública. En el caso de España, en este proyecto se juega la fórmula con la que se usará la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros que ha sido acordada y esa es una de las razones por las que el Gobierno está esperando el resultado final de este proceso

Es difícil entrever las razones por las que Alemania ha empezado a desconfiar de esta propuesta. Schauble ha declarado en los últimos días que quiere que el poder del BCE se limite a las entidades sistémicas y dejar el control de sus bancos regionales al Bundesbank , pero el comisario de asuntos económicos Olli Rehn le contesta que en los últimos años «ya hemos visto que, incluso bancos pequeños pueden ser sistémicos y causar turbulencias financieras», como Northern Rock, Anglo Irish o la misma Bankia.

En fuentes del propio BCE reconocen, de todos modos, que técnicamente no tienen capacidad para asumir el control de los 6.000 bancos de la zona euro y que en todo caso, como recoge la propuesta de la Comisión, los supervisores nacionales tendrán que seguir a cargo de la inspección, aunque sea como una autoridad delegada del banco emisor. En todo caso, se calcula que será necesaria una nueva institución dentro del BCE, distinta del Consejo de Gobierno, donde ya se sientan los supervisores nacionales.

Este lunes se conocían nuevos puntos del proyecto de unión bancaria. El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, en declaraciones al rotativo alemán «Süddeutsche Zeitung» revelaba que el BCE cederá a las instituciones nacionales parte de sus competencias para el control directo de las entidades bancarias de la zona del euro.Según Barnier, el BCE no controlará directamente todos los bancos , sino que las instituciones nacionales actuarán como «agentes del control central».

Asimismo, apuntó que una de las primeras decisiones será establecer que bancos serán controlados desde el BCE y cuáles por los supervisores nacionales, aunque los más relevantes para el sistema financiero y los que reciban ayudas estatales estarán sometidos a la vigilancia directa del nuevo organismo.