Aranjuez «firma» la reprobación de su exalcalde por el «parking» ilegal

El exregidor se buscó su coartada para la ausencia de ayer en el Ayuntamiento ribereño: ha logrado «colarse» como «observador» en el congreso de Sevilla donde hoy se elegirá al nuevo secretario general del PSOE.

La reprobación, presentada por el grupo municipal del PP (que gobierna con mayoría absoluta), salió adelante con los votos de sus propios ediles. IU y los independientes de Acipa, se abstuvieron. Los 8 concejales del PSOE —incluido, claro está, Dionisio—, no acudieron: habían anunciado un «plante» y lo cumplieron.

Este contencioso se inició hace casi dos años. En abril de 2009 surgen las primeras advertencias por parte del PP, entonces en la oposición municipal, y la asociación «Vecinos por la Protección del Casco Histórico de Aranjuez». El entonces alcalde, el socialista Jesús Dionisio Ballesteros, se empeñaba en construir un aparcamiento subterráneo en la calle del Rey, en pleno caso histórico, y a pocos metros del Palacio Real. Además, pretendía hacer una «vía urbana de circunvalación» que obligaba a talar árboles centenarios, también protegidos legalmente. El «arboricidio» se consumó.

Vecinos y PP —este último capitaneado por la ahora alcaldesa, María José Martínez de la Fuente—, reclamaron a Dionisio que se atuviera a la legalidad. Ni caso. En la calle del Rey no se podía construir un aparcamiento subterráneo a la vista de lo establecido en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Aranjuez, localidad declarada Patrimonio Histórico Artístico por el Gobierno de España y Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Desde el Gobierno regional se repitieron los avisos de posible ilegalidad. Dionisio siguió con su obra haciendo caso omiso. Hubo órdenes de paralización cautelar de las obras. Tampoco se logró nada. Los vecinos se «amotinaron» para frenar la tala masiva de árboles. No lo lograron. Hoy, el «parking» es una realidad. Y, también, ilegal según la sentencia, adelantada por este periódico. Costó casi 3,5 millones de euros, muchos de los cuales salieron del Plan E de Rodríguez Zapatero, cuyo Gobierno también fue advertido de que con esos fondos se iba a cometer una ilegalidad. No sirvió de nada.

La polémica obra, consumada, tiene 148 plazas. La mitad, aproximadamente, eran para vender. Solo se ha vendido una. El resto eran de rotación pero apenas tiene clientes. Ahora es una ruina y su mantenimiento le cuesta a las arcas municipales más de 100.000 euros al año. La alcaldesa ya ha anunciado que lo cerrará en cuanto se llegue a un acuerdo con la única persona que ha comprado una plaza de garaje. «Es ilegal y hay que cerrarlo», ha dicho.

La alcaldesa dijo ayer, antes de la reprobación pública, que daba este paso contra Dionisio «por no ser digno de representar a los ciudadanos, al vulnerar de manera consciente la ley, con graves perjuicios económicos para los vecinos y atentando contra el Patrimonio Cultural».

En cuanto a la ausencia de los ocho ediles socialistas, incluido el reprobado Dionisio, la primera teniente de alcalde, Mabel Pantoja (PP), aseguró que «han hecho una inadmisible dejación de funciones, lo que demuestra su desprecio al máximo órgano de representación municipal y a los vecinos que les pagan el sueldo. Esta huida, llamando “circo” al pleno y negándose al debate, es una actitud autoritaria e indigna».

A la asociación «Vecinos por la Protección del Casco Histórico» se les concedió la palabra en el pleno de ayer. «Queremos participar de forma activa en la reprobación del exalcalde desde la fuerza de la razón y de las sentencias, y no desde la prepotencia de su cargo que ostentó contra los ciudadanos», dijo Manuel Guirao. Su misiva, leída en público, también se refería a los modos «caciquiles, prepotentes y despóticos» de que hacía gala Jesús Dionisio. «Mira, mira. Se ha ido a Sevilla para no perder aquí su silla», se oyó, con guasa, entre los vecinos.