presidente de la federación española de municipios
Juan Ignacio Zoido: «En la Federación de Municipios hemos quitado hasta las tarjetas de crédito»
El PP ha comenzado a aplicar su política de «austeridad» al organismo que representa a los ocho mil municipios de España
paloma cervilla
Lo primero que ha hecho el nuevo presidente de la FEMP, Juan Ignacio Zoido, al asumir el cargo ha sido aplicar de inmediato una política de austeridad. Ni tarjetas de crédito, ni gastos de representación para el presidente y coche oficial a disposición de la ... Casa. Estas han sido las medidas de ahorro que han abierto una nueva etapa en esta Federación, que quiere convertir en un lugar de «consenso» en vez de «confrontación política».
—Hace tres meses que fue elegido presidente de la FEMP. ¿Qué situación se ha encontrado?
—Me encontré una organización que no era muy operativa y por eso me he obsesionado en convertirla en un organismo útil, en vez de en un lugar de enfrentamiento y confrontación política. Aquel consenso que sirvió para renovar a toda la cúpula directiva es el que voy a seguir propiciando.
—El PP ha llegado a la FEMP buscando el consenso, mientras que la anterior etapa, con Pedro Castro como presidente, se caracterizó por la confrontación.
—Es cierto que hubo expresiones muy desafortunadas y actitudes que poco contribuyeron a resolver los problemas del municipalismo. Al final se demuestra que, por mucha confrontación que se busque, los ciudadanos acaban poniendo a cada uno en su sitio. Los que hacen de su actividad diaria la confrontación se están equivocando porque los vecinos solo quieren que le resuelvan los problemas.
—¿Cuáles han sido las primeras medidas que ha adoptado para mejorar su funcionamiento?
—Siempre he defendido que hay que contar con todo el mundo, con independencia de su forma de pensar y su afiliación. Por eso hemos procurado no despedir a nadie. Pero es verdad que antes, cuando había una renovación en los contratos de personal, se quedaban fijos. Nosotros vamos a seguir un criterio totalmente distinto, que es nombrar a unas personas que van a ser laborales eventuales, de tal manera que cuando se vaya el presidente y el secretario general, estos trabajadores se irán también. Nadie va a permanecer.
—¿Cómo va a aplicar el principio de austeridad?
—Por poner un ejemplo, quitando las tarjetas de crédito que había. Yo no he cogido ninguna. Además desaparecen los gastos de representación del presidente y el coche oficial será el coche de la FEMP para todo lo que se necesite. Alguna vez lo utilizaré, pero el resto de los días estará a disposición de la Casa, que es lo que tiene que ser. El coche, un Audi, no lo he sacado a subasta porque tiene 260.000 kilómetros y nadie va a pagar nada por él.
—¿Cuál es la reestructuración que cree necesaria hacer en la FEMP?
—Lógicamente vamos a hacer una reestructuración para ser más útiles, más dinámicos y para prestar más servicios a los ayuntamientos, que es la manera de ser más eficaces. Quiero hacer hincapié en que también quiero ser muy transparente, con luz y taquígrafos y, desde luego, que no sea un foro para confrontar los partidos sino, al contrario, un lugar donde se debatan los problemas reales de los municipios y buscarle la solución.
—Dice que quiere ser transparente ¿No había transparencia en la gestión anterior?
—Yo lo que quiero es ser transparente. Que cada uno juzgue la transparencia de lo que había antes.
—El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, incumplió su compromiso de aprobar un sistema de financiación local. ¿Se va a empeñar en este objetivo?
—Sin duda. Frente a la frustración que han supuesto los gobiernos de Zapatero para todo el municipalismo, el optimismo que ha generado ahora mismo Mariano Rajoy es muy importante. El presidente tuvo su origen en política en los municipios y lleva marcadas las necesidades del municipalismo. Estoy seguro que será una pieza clave para intentar solucionar los problemas de competencia y financiación, a pesar de los difíciles momentos que nos ha tocado vivir.
—¿Tiene previsto mantener un encuentro con el presidente Rajoy para hacerle llegar las reivindicaciones de los ayuntamientos?
—Con Rajoy vengo hablando del municipalismo hace mucho tiempo. Solo lleva unos días al frente del Gobierno, y parecen muchos, porque ha tomado decisiones importantes. En las próximas fechas me veré con ministros y secretarios de Estado y con el presidente, cuando su agenda se lo permita, para enseñarle las líneas de trabajo que vamos a llevar a cabo.
—¿Qué le va a pedir a Rajoy?
—Que resuelva de una vez por todas el problema que generó Zapatero. Por una mala planificación económica hizo unas entregas a cuentas a los ayuntamientos, correspondientes a los presupuestos de 2008 y 2009, que no se ajustaban a la realidad. Lo que le pediremos a Rajoy es que nos aplace diez años las cantidades que hay que devolver, que ascienden a cerca de seis mil millones de euros. Si no nos da el aplazamiento hay ayuntamietos que no podrán salir adelante.
—¿No son malos tiempos para pedir una financiación local?
—Aunque haya problemas, está claro que lo que sí podemos determinar es el marco de competencias de las Comunidades Autónomas y el Estado e ir fijando su financiación.
—El Gobierno está preparando una tercera fase de su plan de austeridad en las Administraciones para eliminar empresas públicas, fundaciones y otros organismos, que afectaría también a los ayuntamientos ¿Cree que se han creado demasiados entes que solo han servido para aumentar el presupuesto?
—Por supuesto, la austeridad que venimos propiciando es la que se debería haber aplicado en la época de bonanza. Es muy triste que la época de abundancia de recursos se haya dedicado a malgastar recursos. A eso se ha dedicado la Administración socialista, a malgastar el dinero. En Sevilla, ciudad de la que soy alcalde, había tres fundaciones y ya están todas liquidándose. Fundaciones que lo único que hacían era gastar dinero, en lugar de que las delegaciones correspondientes se encargaran de su gestión. Solo servían para colocar amigos y gastar dinero.
—En el último Consejo de Ministros se aprobó subir el IBI, que supondrá una importante inyección económica para los ayuntamientos.
—Sin ninguna duda. Esta medida, acompañada de otras, nos va a permitir salir adelante. Hay que resaltar el carácter solidario y provisional con el que se ha adoptado esta decisión, que no se hubiera acordado de no haber falseado el Gobierno de Zapatero las cuentas.
—El Gobierno ha atendido su petición de que los ayuntamientos no tengan que negociar con las empresas eléctricas en el mercado libre, lo que evita cortes de luz en los municipios.
—Está claro que Rajoy quiere hacer cosas por los Ayuntamientos. El otro día el Consejo de Ministros aprobó el aplazamiento de la entrada en vigor de la orden ministerial por la que los ayuntamientos tenían que negociar con las empresas eléctricas dentro del sector libre. Se lo pedí al Gobierno anterior y le mandé una carta al ministro Sebastián porque hay ayuntamientos que no estaban debidamente tratados por las compañías eléctricas. Les obligaban a pagar sus deudas bajo amenaza de cortarles el suministro. Con este aplazamiento, los ayuntamientos tienen un año para negociar y poder regularizar su situación. De los ocho mil ayuntamientos que hay en España hay muchos que no han podido cerrar en condiciones favorables su negociación.
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