«El año pasado me costaba rendir en las grandes citas»

—¿Y en qué es mejor y en qué es peor desde el año pasado?

—Creo que he mejorado bastante mi físico y he dado un paso adelante en el aspecto mental. He aprendido a jugar en equipo, estoy reboteando mejor... En cuanto a mis defectos, creo que tengo que progresar mucho más en defensa.

—Habla de su madurez mental. ¿Es eso lo que le pasó factura en los grandes partidos la temporada pasada?

—Sí. El año pasado todo fue muy difícil. Todo sucedía muy rápido. No estaba acostumbrado a jugar esos partidos importantes. Contra equipos más asequibles, jugaba bien, pero cuando llegaban los partidos grandes me costaba. Era muy complicado para mí. Este año he dado un paso adelante. Me noto más fuerte en ese aspecto. Más maduro. Creo que mis compañeros me han ayudado mucho a mejorar y Pablo (Laso) también.

—Ya lo ha demostrado en la Euroliga, pero la gran prueba para que la gente le vea como el nuevo líder del Real Madrid será el miércoles, ante el Barcelona.

—No quiero meterme una presión adicional para este partido. Lo más importante es que ganemos. Da igual si hago unos buenos números o no. Tenemos muchas ganas de jugar ese partido y sabemos que va a ser difícil.

—¿Se siente ahora más cómodo que en la etapa de Messina?

—Nuestro estilo de juego es totalmente diferente al del año pasado. Este año tenemos un equipo muy físico, que corre bastante, y me encuentro muy cómodo con este juego. No solo yo, sino todo el equipo. Confiamos los unos en los otros y estamos muy unidos. Este estilo puede ser la clave para nosotros. Las cosas están saliendo bien, pero podemos hacerlo mejor. Tenemos ganas y hambre, eso es lo más importante.

—¿Cree que no supieron entender esa presión extra que Messina impone a sus jugadores para sacarles el máximo rendimiento?

—Puede ser, pero no quiero pensar más en eso, ni quiero volver atrás. Ettore es un gran entrenador. Lo que pasó, pasó. Prefiero hablar de Laso, que está haciendo un gran trabajo con el equipo y no solo en el aspecto colectivo. Nos ayuda mucho a cada uno de manera individual. Nos entiende muy bien.

—¿Le vino bien la llegada de Rudy e Ibaka para quitarse presión y centrarse en mejorar?

—Creo que sí. Rudy e Ibaka han sido muy importantes para nosotros mientras han estado aquí. El equipo se acostumbró a jugar con ellos, pero cuando se han ido, el equipo ha estado preparado y el resto de jugadores hemos reaccionado bien y no se ha notado su falta. Nos sentimos alegres y cómodos en la pista.

—Y cuando ve que Rudy e Ibaka se van a la NBA, ¿le pica el gusanillo?

—Sinceramente, sí. Es normal que te pique el gusanillo y que te entren ganas de jugar allí y que pienses de vez en cuando en la NBA, aunque de momento estoy concentrado en mi equipo, para ayudarles a conseguir los objetivos. Ya habrá tiempo para la NBA.

—¿Qué piensa cuando ve a Derrick Rose pidiendo su llegada cuanto antes a los Bulls? ( Le enseñamos la entrevista publicada por ABC el pasado verano en la que el base hacía esas declaraciones ) .

—(Risas). Ufff, no lo había visto. Me ha sorprendido mucho. Está claro que un día sí que me gustaría dar el salto y poder ganar un anillo con Chicago. Sería un sueño, pero también tengo mis sueños aquí y quiero cumplirlos antes: ganar una liga, una Euroliga y la Copa del Rey. Vamos a ir paso a paso. Todavía es pronto para hablar de los Bulls, de los títulos… habrá tiempo para todo.

—¿Qué ve más cerca: disputar unos Juegos con la selección española o jugar en la NBA?

—Es una pregunta difícil. Sí que me gustaría jugar en Londres con España, pero lo veo complicado. Sólo puede ir un nacionalizado y Serge Ibaka ya lo hizo muy bien este año, ayudó mucho para ganar el Europeo y el equipo se ha acostumbrado a él. No tengo prisa porque sea ya este año. Soy joven y habrá tiempo. En cuanto a la NBA, ese gusanillo sí que lo tengo. Ojalá que un día pueda triunfar allí.