Zapatero: «Hasta pronto, León»
El presidente se despide de la política en su tierra con un discurso poco emotivo y de nula autocrítica
ROSA ÁLVAREZ
Hasta pronto y hasta siempre, Léon». Estas fueron las últimas palabras de José Luis Rodríguez Zapatero en su también último mitin como presidente del Gobierno en León, su ciudad de origen, y el lugar donde dijo que debía «estar» por ser al que debe «todo». ... En la plaza de toros de la capital, y arropado por más de 2.000 personas, Zapatero pidió al PSOE que mantenga «la cabeza alta, el orgullo en el corazón, la humildad en la mirada y la confianza en el futuro, en España, en el PSOE y en León». Zapatero aprovechó su discurso para hacer un balance de los últimos años de Gobierno y de esta campaña, que aseguró que «ha sido mucho más llevadera» porque tenía la «tranquilidad» de que en ella «no iba a haber un atentado terrorista» por ser la primera «en democracia, sin terrorismo y sin violencia de ETA». Dicho esto, apuntó que afronta los últimos días de su mandato «con la misma sonrisa» y cumpliendo su «tarea» sin «ningún resentimiento de nada ni contra nadie» y con la convicción de que «merece la pena conservar el talante», que recordó que muchos han tomado «a broma» pero que destacó que «quedará ahí», junto a «una actitud sincera, democrática, de tolerancia y respeto».
El presidente del Gobierno reconoció que «en los últimos años» ha sido necesario «combatir una crisis económica y financiera grave, la más grave desde hace 80 años» y a la que España ha sabido «resistir a pesar de la falta de ayudas» y manteniendo «la solvencia», que subrayó que actualmente «está garantizada». En este sentido, indicó que desde el Partido Popular «han esperado a ver si llegaba el día en el que España tuviera que pedir ayuda», pero que gracias a una lucha «dura y difícil», este día no sólo «no llegó», sino que, además, se ha logrado combatir «manteniendo el desarrollo de políticas sociales, la cohesión y paz social» que destacó que «habíamos ido mejorando sustancialmente de 2004 a 2008», junto «a las pensiones, a una subida del salario mínimo o el incremento de las becas como ningún gobierno de España».
Por el contrario, Rodríguez Zapatero aseguró a todos los asistentes que «si esta crisis le hubiera tocado a un gobierno de la derecha, no se habrían mantenido las ayudas sociales básicas», mientras el PSOE ha «luchado titánicamente para mantener la solvencia de España» mientras se ponía «un muro a favor de las políticas sociales». El presidente defendió también los avances y proyectos llevados a cabo durante los últimos y al equipo que lo ha acompañado y que ahora tendrá que continuar su labor. En este sentido, citó al ministro de Industria, Miguel Sebastián, que también estuvo presente en el acto; a José Antonio Alonso, cabeza de lista del PSOE de León al Congreso y a Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato a la presidencia del Gobierno.
Alonso, «un lujo»
Zapatero indicó que es «un lujo para León» que Alonso encabece la lista al Congreso por su «compromiso y responsabilidad» y aseguró que «si tuviera que elegir a dos o tres ministros de esta etapa», Alonso estaría «entre ellos». Dicho esto pidió el «respaldo amplio, mayoritario, convencido y fuerte» para Rubalcaba, un candidato de «gran experiencia, un gran servidor de España y un trabajador infatigable» que afirmó que «siempre encuentra una solución a un problema» y que «ni duda, ni vacila», sino que «decide y actúa» y por ello, consideró que es la única garantía «de que el progreso se mantenga en España». Zapatero no se refirió sin embargo al ex alcalde de León y ex secretario provincial del PSOE, Francisco Fernández, que tampoco quiso perderse el último acto del presidente en León, pese a su destierro político.
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