Mutter: 35 años al pie del violín

La violinista alemana celebra los 35 años de su debut profesional, y su casa de discos, Deutsche Grammophon, ha querido agasajarla con el lanzamiento de un cofre de cuarenta discos y un libro que abarcan su trayectoria. Mutter recuerda con cariño sus primeras grabaciones con seis años —aunque la primera para DG la hizo con once—. «Poseía una afinación fabulosa y una producción de sonido muy natural. Creo que es porque tenía una conexión genética muy especial con el instrumento desde muy temprana edad».

Muchas de esas grabaciones las realizó junto al director Herbet von Karajan. Su encuentro con él fue decisivo, un encuentro que la joven artista, de 14 años, pospuso. « Lo cancelé una vez porque estaba muy nerviosa y temerosa de que Karajan me mandara de vuelta a mi casa , y no quería pasar por esa situación. Me tomé unas vacaciones pensando que él se olvidaría de la audición, pero después volví a ser invitada y en esta ocasión sí acudí. Fue el 11 de diciembre (de 1977)». Sobre lo que le enseñó durante los trece años que colaboraron juntos lo resume en una cita: «Él solía decir que si has conseguido todos tus objetivos entonces los has escogido muy bajos».

Entre los 40 discos del cofre, se incluye uno de highlights , «una selección personal y subjetiva con piezas que me gustan mucho y cuyas grabaciones me traen buenos y felices recuerdos —Prokofiev, Mozart, Lutoslawski, Sarasate, Gershwin...—. He querido incluir la mayor cantidad de estilos musicales. Uno de los objetivos de este disco era abordar la mayor parte posible del repertorio».

Otro CD que la intérprete señala con orgullo reúne cuatro estrenos mundiales, firmados por Rhim, Currier y Penderecki. Mutter ha demostrado a lo largo de su carrera un importante compromiso con la música actual, convirtiéndose en referente de muchos compositores. Con casi una veintena de obras creadas para ella, se considera un «privilegiada» por contar con una casa de discos «capaz de entender mis necesidades artísticas», así como de haber podido tener acceso a los grandes compositores. «Para mí es una obligación y una oportunidad tener esta carta blanca para hacer algo edificante tanto para el público como para mí misma». Reconoce también que no siempre es fácil encontrar a un compositor con el que conectar. « Mi gusto en música contemporánea es algo convencional , me siento más cercana de aquellos que entienden el violín como un instrumento expresivo, lleno de colores y que canta». La violinista alemana tiene ya en cartera otros estrenos: de su exmarido, Andrè Previn, para el próximo año; y otro de Pierre Boulez, que tendrá lugar en 2014. «Acabamos de encontrar la fecha», comenta ilusionada.

Testigo de los grandes cambios que se han producido en el mundo de la música, destaca «el nivel técnico» de los intérpretes, «mejor que hace 40 o 50 años», aunque cree que se ha perdido ese sonido especial que hacía reconocible a artistas como David Oistrach, Nathan Milstein o Horowitz...».

De internet elogia la posibilidad de conseguir «grabaciones históricas imposibles de encontrar en las tiendas» , pero lamenta la pérdida de conciencia sobre los derechos de autor. «Lo veo en la generación de mis hijos, para la que todo está disponible, olvidándose de los derechos de quien creó la obra».

En cuanto a su propia evolución como intérprete, indica que ha ido en dos direcciones: «Una mayor profundidad y más libertad. Tengo más experiencia y la música contemporánea me ha enseñado que hay más de un camino para llegar a Roma. Hay muchas posibilidades de mostrar la complejidad de una obra».