Esteban González Pons: «Los 3,5 millones de empleos son una aspiración, no una promesa»

—¿Qué quiso decir exactamente con sus declaraciones?

—Durante el Gobierno de Zapatero y Rubalcaba se han destruido 3,5 millones de puestos de trabajo y aspiramos a que durante el Gobierno del PP se recuperen. Hablo de 3,5 millones de puestos de trabajo a crear porque son los que se han destruido.

—¿Se arrepiente de haber dado esta cifra?

—Yo no di una cifra cualquiera. Un partido decente no puede negarse a aspirar a recuperar los puestos de trabajo perdidos. No me arrepiento de reconocer esta aspiración, yo estoy orgulloso de los 5,5 millones de puestos de trabajo que creó Aznar de 1996 al 2004, de un partido especializado en crear empleo. Lo que lamento es que Alfredo Pérez Rubalcaba haya renunciado a crear los puestos de trabajo que con su política se han perdido.

—¿Por qué se ha levantado tanta polémica con sus declaraciones?

—Si hubiera dicho que aspiramos a que en la próxima legislatura se creen los mismos puesto de trabajo perdidos durante el Gobierno de Zapatero y Rubalcaba, quizás se me hubiera entendido mejor.

—¿Cree entonces que se han malinterpretado sus palabras?

—No creo, quizás no debería haber utilizado la cifra de 3,5 millones, que es la que pensamos todos en el PP que son los puestos de trabajo que hay que recuperar. Desgraciadamente, en este momento, solo el PP se presenta como garantía para la creación de empleo y Rubalcaba debería ser el primero en comprometerse a crear esos 3,5 millones de empleos. Al PSOE y a los sindicatos les incomoda que el PP represente la esperanza de millones de trabajadores en España.

—¿Algún sector de su partido le ha trasladado su malestar por haber hecho estas declaraciones?

—No, mis compañeros y compañeras dicen que igual que entre 1996 y 2004 conseguimos crear 5,5 millones de puestos de trabajo, ahora podemos hacerlo de nuevo.

—¿No piensa que con sus declaraciones pueden haber comprometido las promesas electorales del Partido Popular?

—Yo nunca he dicho que fuera una promesa, ni un compromiso, repito, solo dije que era una aspiración. Quien no aspire a recuperar los puestos de trabajo perdidos, no tiene derecho a presentarse a unas elecciones con cinco millones de parados.