Marginación y resentimiento
La depresión y la exclusión social son el telón de fondo sobre el que bandas criminales siembran el vandalismo

Los barrios de Enfield, Walthamstow y Waltham Forest en el norte, y Brixton en el sur, escenarios de los últimos desmanes en Londres, tienen un punto en común con el de Tottenham, donde se originaron los disturbios: albergan una mezcla de pobreza y marginalidad que convive con el bienestar y el alto consumo por parte de la clase media que vive en los barrios circundantes. Marginación y resentimiento. La chispa en Tottenham fue la muerte de Mark Duggan, pero la protesta por esclarecer las causas de su fallecimiento abrió la caja de Pandora y de ella se han escapado las tensiones sociales que sirven como telón social para que bandas criminales organizadas aprovechen el caos y entren en acción.
Con una población de 225.000 personas, el ayuntamiento de Haringuey —al que pertenecen Tottenham, Enfield, Waltham Forest e Islingron— es un nido de problemas sociales. El epicentro de los disturbios, Tottenham, tiene el mayor nivel de desempleo de Londres y figura entre las 10 áreas más pobres del Reino Unido. Con los r ecortes presupuestarios anunciados el año pasado por la coalición conservadora-liberal y la crisis económica , el ayuntamiento experimentó una caída en su presupuesto de 41 millones de libras. Un capítulo clave del gasto social, los programas específicos para la juventud, fue reducido en un 75 por ciento. La diputada laborista Dianne Abott, que representa a uno de los barrios del ayuntamiento, Hackney, subraya que no se puede ignorar este trasfondo. «Con recortes en los servicios y desempleo creciente, es fácil ver que zonas como Tottenham resulten explosivas socialmente», declara Abott.
El argumento oficial del gobierno y la policía es que se trata de grupos organizados y oportunistas que se sumaron a una protesta pacífica para dedicarse al saqueo. Pero según el profesor de origen caribeño Gus Jones de la Universidad de Londres, «pensar que se trata de hechos únicamente delictivos no ayuda a su solución. Es muy fácil poner una etiqueta para descalificar estos hechos y barrerlos debajo de la alfombra. Pero hay una tensión y desconfianza desde hace tiempo entre la comunidad de estos barrios y la Policía a la que se añade un alto desempleo en los sectores jóvenes con los que no se intenta crear ningún puente», señaló Jones a la BBC.
El subinspector de la policía británica Steve Kavanagh, por su parte, acusó a las redes sociales, especialmente a Twitter, de extender la protesta iniciada en Tottenham a otros barrios de la capital británica . Kavanagh reconoció, eso sí, que el sábado había pocos agentes para hacer frente a los disturbios que se desataron esa noche. Para reparar el error, la policía desplegó ayer más oficiales para aumentar su capacidad de respuesta ante nuevos brotes de violencia.
Noticias relacionadas
- Los disturbios se extienden a otras ciudades de Inglaterra en la tercera noche de violencia
- Galería: Las imágenes del tercer día de disturbios en Londres
- Cameron interrumpe sus vacaciones ante la escalada de violencia en Londres
- La segunda noche de violencia en Londres se salda con más de cien detenidos
- Tottenham, un barrio pobre y diverso dividido ante los graves disturbios
- La policía británica culpa a Twitter de «avivar» los disturbios de este fin de semana en Londres
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete