Zapatero anuncia elecciones generales el 20-N

Tal y como ha explicado Zapatero, la elección de la histórica y controvertida fecha (el 20 de noviembre se cumplen 36 años de la muerte de Franco ), no tiene ninguna connotación más allá de que «es la fecha que nos permite concluir nuestra actividad legislativa» así como la más conveniente «para que el nuevo Gobierno tome las riendas del país». «Ese día no significa nada para mí» , ha asegurado el jefe del Ejecutivo, quien ha considerado que su decisión «generará certidumbre política y económica en los próximos meses» , evitando que «el debate gire en torno a la fecha de los comicios y se centre en las tareas que tenemos que cumplir».

«Siempre he pensado que mi responsabilidad era que el Gobierno estuviera en plena capacidad de sus funciones antes del 1 de enero para tomar decisiones», ha dicho Zapatero, quien ha recordado que su toma de posesión se produjo un mes de abril, «aunque en un contexto totalmente distinto a nivel político y económico». Por ello, ha querido dejar claro que «no hay un componente electoral en la decisión» , que además «está tomada desde hace tiempo».

Segundos antes de anunciar el adelanto electoral, Zapatero ha dejado claro que «el Gobierno ha cubierto en buena medida los objetivos que se fijó para la segunda parte de esta legislatura» y que «la recuperación de la economía comienza a ofrecer síntomas positivos, también en el empleo». Acto seguido, el presidente ha confirmado el titular que ya habían adelantado los medios sobre su decisión.

«El interés general y la responsabilidad institucional han sido los motivos que me han llevado a elegir esta fecha, que era la natural y la razonable por muchos motivos» .

Aunque durante su comparecencia Zapatero no ha querido hacer grandes menciones al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni tampoco a la contienda electoral, a la que ha querido «permanecer ajeno», la decisión del adelanto a otoño ha sido consensuada con el que será su relevo en el partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. «He hablado con muchas personas, con aquellas con las que tenía que hablar para tomar las decisiones oportunas» , se ha limitado a afirmar sin embargo Zapatero.

No obstante, y a pesar de ser, como ha dicho, la decisión lógica, con el adelanto electoral el líder del Ejecutivo se desmiente a sí mismo tras haber asegurado en reiteradas ocasiones que las elecciones serían en mayo y que mantendría su deseo de «respetar los tiempos». De hecho, esta había sido la consigna repetida por Zapatero en los meses previos a nombrar sucesor y también después, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba se alzó como candidato socialista.

No en vano, tras el nombramiento de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato socialista a los comicios de 2012, los rumores sobre las diferencias entre presidente y candidato en torno a la fecha electoral no habían hecho más que adelantar que uno de los líderes tendría que dar su brazo a torcer. La balanza, al final, se ha inclinado del lado de Rubalcaba.