La selección nacional de la ciencia
Veintidós representantes de otros tantos centros de investigación en España llegaron esta semana a Madrid
J. F. ALONSO
La escena, retransmitida en circuito cerrado para un grupo de periodistas, tenía algo de una «operación triunfo de la ciencia». Veintidós representantes de otros tantos centros de investigación en España llegaron esta semana a Madrid para explicar ante la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina ... Garmendia, en turnos de menos de tres minutos, la espuma de sus proyectos. Todos aspiran a conseguir uno de los diez talones (como máximo) de un millón de euros del programa Severo Ochoa.
Garmendia anunció en abril esta apuesta por la excelencia. Fue una pequeña revolución en el mundo de la ciencia, afectado por los recortes presupuestarios. Este programa propone identificar a la «selección nacional de la ciencia», ayudarles y señalarles ante las empresas privadas, para promover el mecenazgo. Se recibieron 75 propuestas. Veintidós de esos centros han pasado la primera criba.
Entre los elegidos estaban «estrellas» de la investigación, como María Blasco, recientemente nombrada directora del CNIO, o Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC). Fuster dijo que el CNIC está abordando seis grandes proyectos propios, entre ellos el desarrollo de la polipíldora. «Ahora mismo se están haciendo ensayos en cinco países (Italia, Argentina, Brasil, España y Paraguay) con alta probabilidad de impactar en el tratamiento del infarto de miocardio», aseguró.
Antes de que acabe agosto, estos centros tendrán que presentar un segundo informe, que pasará la evaluación de más de cincuenta científicos de ámbito internacional, entre ellos tres Premios Nobel. En ese documento se reflejará su proyecto científico, el de recursos humanos y un plan de seguimiento y evaluación.
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