Petición de dimisiones y solo 7 viajeros el último día del AVE

Según los datos facilitados ayer a Efe por Renfe, cinco de estos viajeros adquirieron el billete con destino a Albacete y otros dos a la capital conquense, entre ellos, un matrimonio bilbaíno formado por Luis Cuerpo y Cristina Arana, quienes, al conocer que era el antepenúltimo tren directo que unía estas tres ciudades de Castilla-La Mancha, dijeron: «¡Vaya, entonces hemos tenido suerte!».

Hay trenes que pasan tan solo una vez en la vida, como el que cogió la toledana Sara González, a quien, no obstante, no le parece mal que se suprima este servicio si ello sirve para dedicar el dinero a otras necesidades más básicas, como es el pago de las nóminas de la Junta, puesto que ella es funcionaria del Sescam y ayer aún no había recibido su paga. Sara reconoció que el anuncio del AVE manchego le pareció bien en su momento, «aunque los precios son, o eran, un poco altos», pero «si no es rentable, se tendrá que cerrar». No obstante, en seis meses de vida, algunos han cogido cariño al AVE, como una entrañable pareja de jubilados, también toledana, de Evaristo Horcajada y Julia Gallego, que fueron muy ilustrativos a la hora de valorar el cierre del servicio: «da penica». Aún así, Julia ve que «si el negocio no rinde, pues no rinde» y más en estos tiempos de crisis, en los que «hay que ahorrar», dijo. «¡I can't believe it!» («¡no me lo puedo creer!»), dijeron en su idioma dos ingleses que cogían el mismo tren rumbo a Madrid, cuando Efe les explicó las pérdidas que arroja el tren en el que iban a montarse. Mientras, para una de las camareras del bar de la estación, el cierre de esta ruta del AVE «no influirá porque no había viajeros», así que será «un cambio a mejor», porque, entre las medidas se incluye el aumento de frecuencias entre Toledo y Madrid así que «habrá más viajeros».

En estos seis meses, el AVE ha hecho la ruta Toledo-Cuenca-Albacete (con parada en Madrid) 561 veces (y otras tantas en sentido inverso) con más de tres mil viajeros. Y es que, según los datos que ofreció el lunes el director general del área de viajeros de Renfe, Enrique Urkijo, los cálculos son sencillos, pues, el tren comenzó a funcionar el 19 diciembre de 2010 y la media de pasajeros diarios era de nueve personas para Albacete y siete a Cuenca. Según Urkijo, con la eliminación de este servicio directo entre las tres capitales de provincia castellanomanchegas, Renfe ahorrará 18.000 euros diarios, o lo que es lo mismo, dejará de perder esa misma cantidad al día.

Así, el ahorro, o las pérdidas, durante medio año ascienden a 3.366.000 euros, aproximadamente. De cualquier modo, el cartel que anuncia en la estación mudéjar del AVE de Toledo la ruta a Albacete desapareció ayer a las 16.50 horas, cuando partió el último tren.

El secretario de Organización de IU en Castilla-La Mancha, José Damián García, dijo ayer que directivos de Renfe, el ministro de Fomento, José Blanco, y el expresidente regional José María Barreda «deben dar la cara y dimitir» por el fracaso del AVE regional Toledo-Cuenca-Albacete, un servicio «elitista» por haberlo puesto en funcionamiento como una «medida electoralista del PSOE». Por su parte, el PSOE, a través de José Manuel Caballero, instó a Cospedal a dejar de «echar la culpa de todo» a su antecesor, José María Barreda, y a luchar por que el mantenimiento del servicio regional del AVE.