Avishai Cohen presenta su peculiar visión del jazz en el Adán Martín

La música de Avishai Cohen ofrece un torrente de emociones, la estructura de las piezas, su arquitectura íntima toma giros inesperados como si se tratara de una bomba de tiempo melodiosa, pacífica, saludable. Sus composiciones mantienen la emoción lo justo para que florezca, para evitar que la energía estalle antes de llegar al oyente. Con «Seven Seas», este nativo de Jerusalén, establecido actualmente en Tel Aviv y considerado uno los músicos de jazz más populares de las últimas décadas, lleva su talento artístico a su cénit.

El año pasado, Cohen, publicó «Aurora», un disco en el que, además de la interpretación musical de sus composiciones, incluyó su voz, un talento que había desplegado discretamente en algunas grabaciones anteriores y que ahora defiende alto y claro. «Aurora» mostró el talento del músico israelí bajo una nueva luz: el compositor de letras errantes, el músico que Chick Corea calificó de genio, al que Down Beat define como un visionario. Todo eso se quedó de lado para revelar a un vocalista con una voz suave y un tono cosmopolita, con matices hebreos y árabe-andaluces.