Antonio Basagoiti: «¿Para qué está el CNI si no es para saber dónde está gente como Troitiño?»
El líder del PP vasco exige que se depuren responsabilidades, también entre los jueces, por la fuga

Mano derecha de Mariano Rajoy en el País Vasco y socio prioritario del lendakari, Patxi López, Antonio Basagoiti (Madrid, 1969) ejerce de bálsamo reparador cada vez que la lucha antiterrorista reaparece en las portadas de los diarios y agrieta las relaciones entre los dos grandes partidos. A las puertas de las elecciones, Basagoiti pide unidad y fija el principal objetivo de los demócratas: evitar que ETA retorne a las instituciones.
—¿Quién es el responsable de la huida del etarra Troitiño?
—En primer lugar, el juez o tribunal que tomó la decisión de ponerle libre y tarda una semana en rectificar. En segundo lugar, el responsable policial o del CNI que no mantiene un nivel de información mínimo necesario para evitar su huida. Porque una cosa es que no se pueda o deba hacer legalmente una vigilancia abierta y otra cosa es para qué está el CNI y para qué nos cuesta tantos cientos de millones de euros. Pues nos cuesta para saber dónde están los malos, más que para saber dónde está otro tipo de personas. Hay que analizar quién es el responsable de no haber vigilado discretamente sin sobrepasar los límites legales a un terrorista como este, porque se veía venir.
—Si era tan previsible, ¿es creíble que no se sepa el paradero de Troitiño?
—Puede ser que en estos momentos lo sepan, pero no quieran decirlo por cuestiones de seguridad. Me da lo mismo. Que no lo cojan el mismo día en que se sentó el tribunal ya es un error. Alguien tiene que asumir responsabilidades. Si esto lo hace uno de la empresa privada, lo echan.
—¿Se refiere en Interior?
—Bueno, no tiene por qué. También están los servicios de información. Lo que la gente debe entender es que nuestras críticas no solo tienen el desgaste al Gobierno, que estamos en nuestro derecho, sino que intentamos que no se repita. Porque si esto queda gratis, pasará después con un narcotraficante o un violador en serie. Y no me vale en absoluto afirmar que Rajoy dijo en su día que no se podía seguir a (Josu) Ternera, porque hay que aprender de las experiencias. Ya está bien de poner el contador a cero siempre con ETA. Si eso pasó una vez, gobernase quien gobernase, no puede volver a pasar.
—¿Sospecha, como Mayor Oreja, que el Gobierno le ha dejado escapar?
—Sé que en estas cuestiones es muy fácil pensar mal. Pero no es eso lo que apuntan los datos objetivos. Sería mejor para el PP compartir y debatir los diagnósticos internamente, pero rechazo absolutamente los reproches que recibe Mayor Oreja por hacer un diagnóstico político, que además sirve para que el PSOE no tenga la tentación de volver a meter la pata.
—Ante la división vivida en el Supremo por la ilegalización de Sortu, ¿cree que los magistrados rechazarán impugnar las listas de Bildu?
—En principio parece que no. Sé que está más complicado que en otras ocasiones porque se han dado más maquillaje. Tampoco ayudan los discursos políticos acerca de la bondad y la conversión de Batasuna.
—¿El PP vasco considera a Bildu como parte de ETA?
—Sin duda, si Bildu está en las elecciones, el proyecto de ETA-Batasuna va a estar y dificultará mucho el final del terrorismo. Bildu intenta cobrarse el precio político de 50 años de asesinatos. Quiere rentabilizar lo que las pistolas no han conseguido.
—¿EA se ha dejado vampirizar por ETA?
—Completamente. Es un vientre de alquiler por dos motivos. Porque está muerta política y electoralmente, así que piensan: “de perdidos al río”. Y segundo porque, en el fondo, es una formación nacionalista que converge en las metas, aunque por distintos medios, con la banda.
—Pero hablamos de una formación que incluso ha dado un lendakari...
—Independientemente de lo que haya hecho en un pasado, EA cobija hoy un proyecto que Estrasburgo dictamina dictatorial. Por eso, al margen de quien conforme sus candidaturas, hay que impedir que lleguen a las elecciones.
—¿Opina, como la dirección del PP nacional, que la responsabilidad de que Bildu esté o no en las urnas el 22-M es exclusiva del Ejecutivo?
—Fundamentalmente sí. Porque los jueces tienen que tomar decisiones en base a las pruebas y recursos que les aporta el Gobierno y en base al liderazgo que demuestre el Ejecutivo.
—¿Cómo puede afectar la presencia de Bildu en las instituciones al pacto con el PSE en el País Vasco?
—Afecta no solo al pacto vasco, también al pacto antiterrorista y al final de ETA. Si ETA no consigue llegar a las instituciones para defender su independencia y socialismo, estará en un atolladero y veremos su final pronto. El PP exige al Gobierno que haga todo lo que esté en su mano para conseguirlo. Y no nos vale con que impute la responsabilidad a los jueces.
—Pero si Batasuna «se cuela», ¿peligrará su acuerdo con el PSE?
—Estos días lo que estamos midiendo es la fortaleza del Gobierno central para que use el medio más eficaz que impida su entrada en los municipios. Por suerte, hasta el momento, el Gobierno de Zapatero no está haciendo lo mismo que hace cuatro años.
—¿Y qué nota le da en materia antiterrorista en la presente legislatura?
—Le doy un 6, porque podría haber hecho más, fundamentalmente, a la hora de ser más riguroso en la vigilancia de la política penitenciaria. Pero, por ser objetivos, en estos tres años ha habido eficacia policial y no han repetido lo de la legislatura pasada.
—Las excarcelaciones de presos de ETA, el «Faisán», la negociación con la banda han devuelto la lucha antiterrorista a la refriega política diaria. ¿Habría que evitarlo?
—Para ello, el Gobierno debe llevar una política clara, firme y transparente. Pero el PP tiene que tener su margen claro de control y crítica.
—¿Jesús Eguiguren es un obstáculo en el día a día para el pacto vasco?
—Lo importante es que la política que haga el lendakari y el Gobierno no vaya por la dirección que dice Eguiguren, que es sinónimo de fracaso.
—¿Si la «izquierda abertzale» logra pasar el corte judicial, podríamos ver algún pacto Bildu-PSE?
—A corto plazo no, pero no tengo ninguna duda de que al PSOE le gustaría una Batasuna tipo ERC. Hay sectores del PSOE que prefieren una unión de izquierdas al actual pacto con el PP vasco. Lo que pasa es que tienen que replantearse su estrategia, porque ya fracasó ese camino en Cataluña y se ha demostrado que la sociedad vasca no quiere radicalismos.
—¿Y habrá pactos Bildu-PNV después de las elecciones?
—El PNV ha gobernado hasta anteayer con Batasuna... Nosotros somos los únicos que decimos claro que ni a corto, ni a medio, ni a largo ni a ninguno. Los conversos, a la cola.
—¿El PP vasco cree que a corto plazo se puede producir el fin de ETA?
—Si ahora Bildu no consigue refozar el proyecto fanático de ETA, lo veremos a corto o medio plazo. No va a ser en unos meses, quizá en pocos años, pero solo si los demócratas no nos dejarnos enredar. Ahora, me importa un pimiento quién sea el lendakari o el presidente que consiga acabar con el terrorismo. Lo importante es que se haga bien, por el sufrimiento que han padecido las víctimas y la sociedad española.
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