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ABC Cultural

El lado oscuro de Mortier

Dos de las batutas preferidas por el belga, Hengelbrock, que debuta el día 13 con «Ifigenia en Táuride», y Bychkov, que lo hará la próxima temporada con «Elektra», coinciden en Madrid

JAVIER DEL REAL

SUSANA GAVIÑA

Gerard Mortier, director artístico del Real, ha sido reiteradamente criticado por la gestión musical que ha llevado a cabo en el pasado y que seguirá desarrollará durante los próximos seis años en el teatro madrileño. El motivo: su decisión de prescindir de un único director ... musical para repartir la programación entre varias batutas. Se puede decir que para muchos amantes de la ópera éste es el lado más oscuro de la gestión de Gerard Mortier, además de su escasa inclinación por el bel canto, claro está. Asentado ya en Madrid y con su primera temporada en marcha —aunque no completamente diseñada por él—, el director belga, poco a poco, va mostrando sus cartas... musicales. Tras el éxito del joven director español Pablo Heras-Casado en «Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny», el 13 de enero debutará en el Real el alemán Thomas Hengelbrock con «Ifigenia en Táuride» de Gluck, protagonizada por Susan Graham y Plácido Domingo. Será el primero de los cuatro títulos que tiene comprometidos con el teatro madrileño para las próximas temporadas —«La clemencia de Tito», «Parsifal» y «Genoveva», la única ópera de Schumann—.

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