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Condenan a un padre que dio una paliza a su hija por fumar en casa

El hombre, que golpeó a la adolescente con un cinturón, había dejado el hábito recientemente

ISABEL RODRÍGUEZ DE LA TORRE

Vio dos colillas flotando en la taza del water y montó en cólera. Fue a la habitación de su hija de 18 años; la regañó; a gritos, le dijo que no se podía fumar en la casa, y que si le desobedecía, la denunciaría ; lejos de achantarse, la adolescente se revolvió e hizo frente a su progenitor. Le dijo que fumaría donde le diera la gana. El padre entonces le escupió en la cara. La hija le respondió con un insulto. Entonces él echó mano de un cinturón y la golpeó reiteradamente hasta dejarle marcas en el cuerpo . La chica acudió a la Policía acompañada de una tía. Su padre ha sido condenado por un delito de maltrato en el ámbito familiar : trabajos en beneficio de la comunidad y prohibición de acercarse a su hija.

Ocurrió el 3 de enero de 2010, temprano, a las 09.30 horas. Hacía dos semanas que Hailemariam Mekonnen Kassa, nacido en Etiopía, había dejado de fumar. Aquella mañana estaba en la casa solo con su hija. Su esposa, española, se encontraba en Madrid visitando a un familiar .

Parte de lesiones

Cuenta la joven que cuando ella estaba en la cama cubierta con una sábana, su padre le golpeó por todo el cuerpo con el cinturón: en las piernas, en las nalgas, en la espalda; que la estuvo pegando un rato, que «se iba y al poco rato volvía a la habitación y le volvía a pegar» . Los golpes se reanudaron cuando su padre la sorprendió llamando por teléfono a la madre para contarle lo ocurrido. Hubo más correazos. También la agarró por el pelo «y la zarandeó violentamente» . La insultó: «puta», «guarra», «analfabeta». Y además, le dio un puñetazo en la cara . A la Policía la chica acudió con un ojo morado. Allí fue a recogerla su tía, alertada telefónicamente por la madre de la víctima.

El parte de lesiones no deja lugar a dudas. Tiene un hematoma en el ojo izquierdo y excoriaciones en los muslos. El detonante de este episodio violento fue el tabaco ; pero según el relato de la víctima no fue un hecho aislado. La chica ilustró a los agentes sobre el «comporamiento agresivo de su padre»; aseguró que zanja «pequeña discusiones familiares» con patadas, puñetazos y escupitajos. Nunca antes le había denunciado. Le tiene miedo . Asegura que siempre que la pega están solos. Cuenta que su padre también trata mal a su madre; que nunca le ha visto pegarla pero que «discute de forma agresiva» con ella.

Ante la Policía, el padre habló de una hija rebelde, contestona y desafiante , que desde hace tres o cuatro años ha convertido la convivencia familiar en un infierno; que se droga, que él le prohíbe que consuma sustancias estupefacientes pero que su hija reacciona violentamente y le insulta.

A 200 metros

Explicó que esa mañana la chica arrojó una colilla al suelo; que él se lo recriminó y le ordenó que la recogiera; que ella le faltó al respeto: «Recógelo tú, hijo de puta», le espetó. Entonces se produjo la agresión. Admitió haberla golpeado con el cinturón en el trasero por lo de la colilla, pero precisó que lo hizo con la intención de «reprenderla, pero en ningún caso de lesionarla».

Para el juez, en este caso, la intención es lo de menos. Hubo maltrato. El juicio se celebró ayer en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Haile Mariam Mekonnen Kassa aceptó los hechos; se declaró culpable . El relato de la hija y, sobre todo, el parte médico de las lesiones eran incontestables. El fiscal pedía sesenta días de trabajos en beneficio de la comunidad y la prohibición de acercarse a la hija a una distancia de 200 metros durante seis meses. Fue una sentencia de conformidad. De modo que el acusado se beneficia de una rebaja en la pena. L a condena queda en 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y cuatro meses de alejamiento .

Vio dos colillas flotando en la taza del water y montó en cólera. Fue a la habitación de su hija de 18 años; la regañó; a gritos, le dijo que no se podía fumar en la casa, y que si le desobedecía, la denunciaría ; lejos de achantarse, la adolescente se revolvió e hizo frente a su progenitor. Le dijo que fumaría donde le diera la gana. El padre entonces le escupió en la cara. La hija le respondió con un insulto. Entonces él echó mano de un cinturón y la golpeó reiteradamente hasta dejarle marcas en el cuerpo . La chica acudió a la Policía acompañada de una tía. Su padre ha sido condenado por un delito de maltrato en el ámbito familiar : trabajos en beneficio de la comunidad y prohibición de acercarse a su hija.

Ocurrió el 3 de enero de 2010, temprano, a las 09.30 horas. Hacía dos semanas que Hailemariam Mekonnen Kassa, nacido en Etiopía, había dejado de fumar. Aquella mañana estaba en la casa solo con su hija. Su esposa, española, se encontraba en Madrid visitando a un familiar .

Parte de lesiones

Cuenta la joven que cuando ella estaba en la cama cubierta con una sábana, su padre le golpeó por todo el cuerpo con el cinturón: en las piernas, en las nalgas, en la espalda; que la estuvo pegando un rato, que «se iba y al poco rato volvía a la habitación y le volvía a pegar» . Los golpes se reanudaron cuando su padre la sorprendió llamando por teléfono a la madre para contarle lo ocurrido. Hubo más correazos. También la agarró por el pelo «y la zarandeó violentamente» . La insultó: «puta», «guarra», «analfabeta». Y además, le dio un puñetazo en la cara . A la Policía la chica acudió con un ojo morado. Allí fue a recogerla su tía, alertada telefónicamente por la madre de la víctima.

El parte de lesiones no deja lugar a dudas. Tiene un hematoma en el ojo izquierdo y excoriaciones en los muslos. El detonante de este episodio violento fue el tabaco ; pero según el relato de la víctima no fue un hecho aislado. La chica ilustró a los agentes sobre el «comporamiento agresivo de su padre»; aseguró que zanja «pequeña discusiones familiares» con patadas, puñetazos y escupitajos. Nunca antes le había denunciado. Le tiene miedo . Asegura que siempre que la pega están solos. Cuenta que su padre también trata mal a su madre; que nunca le ha visto pegarla pero que «discute de forma agresiva» con ella.

Ante la Policía, el padre habló de una hija rebelde, contestona y desafiante , que desde hace tres o cuatro años ha convertido la convivencia familiar en un infierno; que se droga, que él le prohíbe que consuma sustancias estupefacientes pero que su hija reacciona violentamente y le insulta.

A 200 metros

Explicó que esa mañana la chica arrojó una colilla al suelo; que él se lo recriminó y le ordenó que la recogiera; que ella le faltó al respeto: «Recógelo tú, hijo de puta», le espetó. Entonces se produjo la agresión. Admitió haberla golpeado con el cinturón en el trasero por lo de la colilla, pero precisó que lo hizo con la intención de «reprenderla, pero en ningún caso de lesionarla».

Para el juez, en este caso, la intención es lo de menos. Hubo maltrato. El juicio se celebró ayer en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Haile Mariam Mekonnen Kassa aceptó los hechos; se declaró culpable . El relato de la hija y, sobre todo, el parte médico de las lesiones eran incontestables. El fiscal pedía sesenta días de trabajos en beneficio de la comunidad y la prohibición de acercarse a la hija a una distancia de 200 metros durante seis meses. Fue una sentencia de conformidad. De modo que el acusado se beneficia de una rebaja en la pena. L a condena queda en 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y cuatro meses de alejamiento .

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