Los nuevos gurús aún van al cole

Moriría por asistir a un desfile de Chanel en París, lo vintage le inspira y se imagina abriendo sus propias tiendas por todo el mundo. Cecilia Cassini tiene 10 años y mientras las niñas de su edad leen Cenicienta, ella prefiere Vogue . Cuando cumplió los 6, le regalaron una máquina de coser y ya viste a celebridades como Miley Cyrus, Taylor Swift o Denise Richards. Tiene claro su próximo reto: «Me encantaría vestir a Lady Gaga para la gala del Metropolitan o para los Grammy» , me dice. Su padre (y manager), Lionel, accede encantado a la entrevista.

Cassini es la última gran protagonista del baby boom del mundo de la moda. Asegura que se siente muy cómoda entre adultos y que lo suyo es «pasión por la moda, no trabajo».

Me llevo a la niña al desfile

De un tiempo a esta parte, los niños se cotizan alto, como diseñadores, bloggers o mini-réplicas del estilo de sus mamás. En las últimas ediciones de Cibeles parecía que llevar a la niña a un desfile era tan cool como calzar unos Louboutin (que, por cierto, también los hay en versión mini).

Seguro que Cassini encontraría en Willow Smith a la clienta perfecta. La hija de Will Smith y Jada Pinkett es un fenómeno, no sólo por su incipiente carrera artística, sino porque ninguna otra niña viste como ella. «Cuando cumplí nueve años cambié mi estilo», explica Willow. Hombreras, tachuelas, plumas y volúmenes exagerados son sus señas de identidad. Ha creado tendencia con su corte de pelo mohawk (rapado a los lados y con cresta), Teen Vogue se ha fijado en ella y ya ha asistido a la Semana de la Moda de Milán.

La precursora en todo esto fue Tavi Gevinson , que, a los once años, lanzó un blog de moda (StyleRookie) con el que llamó la atención del New York Times . También la de Dasha Zhukova, pareja del magnate Abramovich, quien la introdujo en las altas esferas de la moda a través de la revista Pop . Tres años después, la pequeña Tavi ha colaborado con la firma Rodarte, ha aparecido en The New Yorker y es amiga de Marc Jacobs. ¿Una gurú adolescente?

A los editores de moda les gusta Tavi, aunque no se toman en serio sus críticas. Les divierte su percepción de la moda y saben que es un perfecto reclamo publicitario: los fotógrafos se abalanzan sobre ella. Lesley M.M. Blume, editora de estilo de The Huffington Post , se pregunta: «¿Van a cambiar los directores creativos de Neiman Marcus y Bergdorf Goodman sus compras de acuerdo a los gustos de Tavi? Probablemente, no. Pero, ¿va a vender Harper's Bazaar un montón de ejemplares por la novedad? Sí».

Y es que, al fin y al cabo, la moda también es industria. Gucci está entre las últimas firmas en lanzar sus colecciones de lujo para niños, una de las primeras señales de crecimiento desde la crisis. Algunos diseñadores apuestan por la moda «mini-yo»: Paul Smith vende camisas de flores XXS, Jean Paul Gaultier hace gabardinas minúsculas y Missoni tiene prendas de punto talla mini. Otros tienen motivos más personales: Silvia Fendi se decidió cuando supo que iba a ser abuela y Stella McCartney está embarazada de su cuarto hijo. Unos niños vienen al mundo con un pan bajo el brazo y otros con el look completo.