Michael Haneke puso la letra y Alberto Iglesias la música
La European Film Academy (EFA) entregaba ayer sus premios anuales, que situaron a la película de Michael Haneke «La cinta blanca», en la cima, como mejor director y mejor película, y a Alberto Iglesias, por la música de «Los abrazos rotos», como presencia española en ... la gala, aunque se notaron mucho más las ausencias, las de Pedro Almodóvar y Penélope Cruz.
El Auditorio donde se celebró la gala está a las afueras de Bochum, una localidad de la cuenca minera del Ruhr próxima a Essen, una zona nombrada capital europea de la Cultura de 2010. Pero que esta capitalidad no nos impida decir que hasta el Auditorio no se llega sin haber escuchado antes al menos tres aullidos de lobo; aunque una vez allí, Hollywood se queda corto: un edificio moderno, gigantesco, con unas naves en las que cabría cómodamente la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, con unos espacios de vértigo y unas vigas y una ferretería impresionantes, y con una alfombra roja en la que podría aterrizar un avión..., de hecho, pudo pasar por ella sin problemas y con su contundencia habitual Eric Cantona, protagonista de la película de Ken Loach «Buscando a Eric», precisamente. Y pudo también con el aterrizaje de Victoria Abril, de rojo abrumador y con su elegante hijo del brazo, y que luego tuvo algunos momentos estelares durante la gala.
Un Santa Claus a régimen
Desde el principio se notaba que el austriaco Michael Haneke, que parecía un Santa Claus puesto a régimen, iba a ser el protagonista de la noche: su película, «La cinta blanca», sólo podía ser la gran vencedora o la gran perdedora de estos premios. A la primera estatuilla que tuvo a su alcance, la del mejor guión, la agarró como si fuera la única que iba a ganar, pero sólo tardó unos minutos en echar la zarpa a la siguiente, la de mejor director del año, premio al que optaban también Pedro Almodóvar y Lars Von Trier, quienes, conocedores del paño, estaban en otro lugar y en otros asuntos. Y a propósito de la ausencia, la presentadora de la gala hizo algunas bromas a costa de Penélope Cruz, la mujer invisible, y naturalmente no ganó el premio a la mejor actriz, que fue a parar a Kate Winslet (por «El lector»), quien tampoco recogió el premio. Y cuando ya estaba haciendo las maletas de vuelta la película de Almodóvar, llegó el turno de la mejor música del año, y allí estaba Alberto Iglesias para recoger su premio por su trabajo en «Los abrazos rotos».
El premio al mejor actor fue para Tahar Rahim, que inauguraba el casillero de galardones para la francesa «Un profeta», de Jacques Audiard, una de las más «nominadas» y favoritas. Y ahí se quedó. «Slumdog Millonaire» tuvo un gran arranque en la velada con el premio a la mejor fotografía y el People´s Choice Awards, pero también se quedó ahí. El cine europeo le tributaba homenaje a la actriz francesa Isabelle Huppert, y la recibió en pie y con un gran aplauso que ella aguantó a pie firme y con esa entereza y frialdad con los que envuelve a sus propios personajes. Pero se confesó muy emocionada, y había que creerla. Se cierra un año, pero ya se ha abierto otro. Ken Loach, que también recibió el homenaje, no necesitó decir apenas nada para vivir y transmitir la mayor emoción de la noche.
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