Excelso Albelo
«I Puritani»
Autor: Vincenzo Bellini. Intérpretes: Celso Albelo, Desirée Rancatore, Fabio Capitanucci, M.J Trullu, Marco Vinco, A. Feria y P. Carballido.
Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia. Director: Marcello Panni. Director de escena: Alberto Romero Mora. Palacio de la Ópera de La ... Coruña, 29-
Si hubo un claro triunfador en la noche de apertura del LVII Festival de Ópera de La Coruña ese fue, sin duda, Celso Albelo, un joven tenor canario que vocalmente es un saltador de pértiga. Como muestra su «Credeasi misera». Albelo llega, coloca la voz, sube hasta los agudos más increíbles (Fa) y, pasado el listón, sigue la andadura vocal como si nada. Buen fraseo, bella voz, buena proyección, técnica depurada, presencia escénica y dramaturgia creíble son los componentes que harán de esta voz un nombre a tener muy en cuenta en el futuro y que se disputarán las grandes mecas de la escena operística. La Coruña se rindió a su canto con atronadores aplausos, petición de bis -que no cuajó- y los bravissimo que surcaban la sala cada vez que interpretaba un aria.
Desirèe Rancatore estuvo mejor en lo vocal que en lo escénico, mejorando a medida que tomaba cuerpo su papel. Bellos pianos, zona media de voz tapada por la orquesta y buenos agudos, que tendían levemente al grito cuando llegaban al sobreagudo. Fabio Capitanucci dejó clara su línea de canto desde la primera intervención, llegó cantó y convenció. Un profesional que domina técnica y maneras interpretativas.
El resto del reparto estuvo correcto, siendo lo más destacado María José Trullu, y lo más débil la intervención de Marco Vinto, un bajo al que falta la gravedad y la potencia que su voz requiere.
La escenografía de Alfonso Romero Mora no sorprendió tanto como se esperaba, porque el tema bélico, en este caso la Primera Gran Guerra, no aportó elementos teatrales novedosos a la trama. Las Guerras Mundiales, como recurrente en los montajes de las últimas décadas y utilizadas hasta la saciedad, deben aportar aspectos escénicos muy innovadores y dinámicos para resultar atrayentes. Aún así, la producción resultó creíble, Mora presentó una trinchera anexa a un hospital de campaña e intentó ahondar en los sentimientos humanos.
Buena noche de canto para los aficionados y de satisfacción para la organización, con una representación que quedará en los anales del Festival.
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