Cataluña dice ahora que recibirá más de 4.000 millones con la nueva financiación

Satisfacción en Cataluña

Un día después de celebrarse el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la Generalitat anunció nuevas cifras, concretamente 4.028 millones de euros extras en 2012 gracias al nuevo modelo de financiación autonómica, más de lo que reclamaba ERC para firmar el acuerdo. Así lo anunció ayer su consejero de Economía, Antoni Castells, en un día de satisfacción nada contenida para el tripartito catalán. Tras la reunión del citado Consejo de Política Fiscal y Financiera que el jueves bendijo el modelo, forjado por el Gobierno de la mano de los gobiernos de Cataluña y Andalucía, llegó el momento de las «medallas» para dos de sus artífices, Castells y el vicepresidente tercero y ex presidente andaluz. Manuel Chaves, que ayer fue recibido entre sonoros vítores por los socialistas andaluces.

Castells ofreció ayer, por primera vez, la proyección de cifras que llevó a ERC -y con ella al tripartito catalán- a aceptar finalmente la propuesta del Gobierno. La aplicación del modelo aportará en 2012 una ganancia de 3.687 millones de euros en valor actual, 4.028 millones en un escenario de crecimiento de los ingresos tributarios del Estado del 3%, que Castells consideró más que prudente.

Ese año la Generalitat recibirá 16.904 millones de euros, siempre según esa proyección, de los que una cuarta parte serían rendimientos extras del nuevo modelo. En total, la Generalitat recibirá el 26% del total de aportaciones del Estado, un porcentaje que roza el 30% si se añade la partida extra por competencias exclusivas -policía, prisiones y cercanías-, como reconoció Castells.

El consejero catalán, que se mostró ayer eufórico, de nuevo, con el modelo conseguido, desglosó por primera vez sus cálculos y explicó que «Cataluña contribuye a la solidaridad interterritorial como los lander alemanes, pero no nos penaliza». En este sentido, apuntó que se trata de un modelo digno de un «gobierno federal».

Insistió además, en contra de lo afirmado por CiU, en que el nuevo modelo garantiza a Cataluña que siempre estará «en el lugar que le corresponde», cinco puntos por encima de la media nacional tras la distribución de recursos. «Hicimos bien en decir que no, hemos conseguido un aumento del 80% sobre la propuesta de Solbes», concluyó Castells.

Si en Cataluña la fiesta la protagonizó Castells, en Andalucía hizo lo propio el viceprseidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, que fue recibido con una gran ovación a su llegada a la reunión del Comité Ejecutivo Regional de los socialistas andaluces, del que es secretario general. Chaves se fue a su tierra a buscar el calor de los suyos y a vender las bondades del nuevo sistema. El ex presidente de la Junta de Andalucía afirmó que de los cuatro sistemas de financiación que ha negociado, el que se aprobó el miércoles es «el mejor de todos».

Duro ataque del PP

El vicepresidente quiso destacar el papel que ha jugado el Gobierno andaluz, al que se le ha criticado su entreguismo a un sistema llamado a contentar al nacionalismo catalán, afirmando que ha sabido negociar «de forma callada y discreta, pero con firmeza».

La fiesta que se preparó Chaves se la amargó el responsable de Economía del Partido Popular, Cristobal Montoro, que también viajó a Andalucía, pero para lanzar un durísimo ataque contra el nuevo sistema de financiación. Montoro, que participó en la Escuela de Verano del PP en Roquetas de Mar (Almería), anunció que si su partido llega al Gobierno en las próximas elecciones generales, «anunciará» un modelo de financiación autonómica, que estará basado en «nuevas premisas de prosperidad» y en el que la «financiación de los recursos públicos vendrá del crecimiento económico», informa Efe.

El responsable económico de los populares criticó la falta de negociación del Gobierno con el Partido Popular, «no se ha querido ni hablar» y aseguró que eso responde a la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «romper» al principal partido de la oposición. Asimismo, descalificó el sistema por «opaco» y «dificilísimo», pero sobre todo por las consecuencias a las que aboca a los ciudadanos: «El enfrentamiento entre los españoles. Este modelo divide, enfrenta y discrimina» y «responde a un chantaje político, el de ERC, para mantener el tripartito de Cataluña», denunció Cristobal Montoro