Buen cine de mujeres buenas
Ha sido hija de Charlize Theron, Sean Penn y Tom Cruise, paciente de Robert de Niro y protegida de Denzel Washington. Con ninguno se sintió en inferioridad, por decir algo que no ofenda a nadie. Se llama Dakota Fanning, tiene 15 años y es un ... amor de actriz, tan currante que lleva dos películas estrenadas en un mes. En este desconcertante título tampoco se achica ante un plantel de mujeres envidiable, aunque su personaje arrastra la pena más grande que imaginarse pueda. Jennifer Hudson, Queen Latifah, Alicia Keys y Sophie Okonedo (la de «Hotel Rwanda») son un precioso acompañamiento a la impecable melodía de su actuación. En realidad, se trata de una obra coral, emotiva y pausada, que evoca a los «Tomates verdes fritos» que cocinara Jon Avnet con otro equipo de heroínas formidable. Si no fuera por aquello de la corrección, podría haberse titulado «Mujeres negras chamuscadas». Pero claro...
La trama se resume en pocas líneas: en los agitados años de la lucha por los derechos civiles, la pequeña protagonista y su joven sirvienta (Hudson) huyen de un hogar que huele a desgracia y encuentran cobijo en la casa de tres apicultoras de calendario (se llaman Mayo, Junio y Agosto). Entre la verdad que transmiten las actrices (y Paul Bettany), la emoción sin falsos sobresaltos de la historia y el buen pulso de otra fémina, la directora y guionista Gina Prince-Bythewood, obtenemos una cinta algo más que agradable, una denuncia educada pero nada indulgente de la barbarie del racismo.
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