Luces... y sombras de Navidad
Este año el alumbrado navideño de las ciudades españolas permanecerá encendido 187 horas de media, una línea demasiado elevada para hablar de consumo responsable y eficiente. En contrapartida, se van generalizando las bombillas de bajo consumo
Las luces que iluminan nuestras calles y plazas en estas fechas suponen un enorme derroche energético y un importante impacto ambiental. Nadie dice que se prescinda del alumbrado navideño, pero sí que los ayuntamientos podrían hacer un esfuerzo para que éste no contamine. Imposible no ... es.
El mejor ejemplo lo tenemos en el abeto que cada año acerca el espíritu navideño a los neoyorquinos. Situado en uno de los lugares más concurridos de Manhattan, el Rockefeller Center , y con más de 30.000 bombillas centelleantes, este año y por segundo consecutivo, su factura energética será nula, puesto que se alimenta de las placas solares que los propietarios de este complejo de edificios han instalado en sus azoteas. Además, las bombillas son LED (diodos emisores de luz) , que son más eficientes. Una tecnología que también estará presente en la bola de cristal que desde 1907 marca el inicio del nuevo año en Times Square ante la mirada de cientos de miles de personas.
Estas bombillas de bajo consumo se han incorporado ya al alumbrado navideño de muchas ciudades españolas (Madrid, San Sebastián, Barcelona...), pero en contrapartida algunas han aumentado las horas o los días de funcionamiento. Tanto es así que en Madrid las luces decorarán sus calles durante más de un mes. En otras ciudades se han adquirido bombillas de bajo consumo pero no han sustituido sino que se han sumado a las bombillas incandescentes de años anteriores, con lo que la demanda eléctrica se dispara.
Por tanto, parece que ha sido la crisis y no una verdadera preocupación ambiental lo que ha llevado a doce capitales autonómicas a reducir el gasto para el alumbrado de las vías comerciales, según informa Efe. Y es que lejos de seguir las recomendaciones que desde hace algunos años llevan dando las organizaciones de consumidores y ecologistas no se reducen las horas de encendido, a lo mejor también por la crisis puesto que las luces ayudan a estimular las compras.
Limitar el uso de las luces entre el 15 de diciembre y el 6 de enero ahorraría unos 10 millones de kWh
Una media de 187 horas de luz
Según un estudio realizado en 18 ciudades españolas por la Asociación pro Derechos Civiles, económicos y sociales (Adeces) , este año el alumbrado navideño permanecerá encendido 187 horas de media, «una línea demasiado elevada para hablar de consumo responsable y eficiente», según esta asociación. Según sus cálculos, los ayuntamientos deberían establecer una barrera de 135 horas en el encendido del alumbrado navideño.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) , limitar el uso de las luces al periodo comprendido entre el 15 de diciembre y el 6 de enero, desde las siete de la tarde a la medianoche (a excepción de los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero, en que funcionarían toda la noche) permitiría ahorrar unos 10 millones de kWh. Hay que tener en cuenta que el consumo medio de la iluminación navideña en nuestro país asciende a 30 millones de kWh, por lo que el ahorro no es nada desdeñable.
Esta cantidad que se consume cada año por estas fechas provoca la emisión de más de 10 millones de kilos de dióxido de carbono. Y es que el consumo eléctrico de las luces navideñas está cubierto en, aproximadamente, un 50%por centrales térmicas que generan y emiten toneladas de CO2 a la atmósfera. Un regalo de navidad para el efecto invernadero que causa el cambio climático.
Para Ecologistas en Acción , «abruma pensar la cantidad de energía que puede llegar a consumirse de un modo tan superfluo en el mundo desarrollado durante estas fechas». Pues, aunque los recibos de la luz los paga cada ayuntamiento (al final cada ciudadano), la factura medioambiental en forma de cambio climático, lluvia ácida, residuos nucleares o contaminación la paga todo el planeta.
En esta línea, algunas ciudades han decidido seguir el ejemplo del árbol del Rockefeller Center de Manhattan y han innovado en algunas de sus propuestas, aunque se trate más de una acción para concienciar que de actuaciones generalizadas que permitan reducir la factura energética y ambiental. En Barcelona se han instalado seis árboles ecológicos. Unos funcionan a pedales y otros con energía solar.
Árbol de hidrógeno
Pero este año la más innovadora ha sido Las Palmas de Gran Canaria. El 5 de diciembre encenderá el tercer árbol de navidad del mundo iluminado con hidrógeno. Londres encendió el primero en el año 2004 en Trafalgar Square, California en 2006 -en Sacramento- y ahora será Las Palmas de Gran Canaria la ciudad que tome el relevo para promover el uso de energías renovables entre la población. El mecanismo de funcionamiento consistirá en satisfacer los requerimientos eléctricos de la iluminación navideña del árbol de manera aislada a la red eléctrica, a partir del hidrógeno y una pila de combustible. Con esto se logrará reducir en 1.440 kilos las emisiones de CO2.
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