«Mi mensaje es que hay que dejar el cinismo y abrazar el optimismo» Jaime Rosales _ Director de cine
POR MARÍA GÜELL
FOTO: ELENA CARRERAS
BARCELONA. La silenciosa y esperada película «Tiro en la cabeza» desembarca el próximo martes en el Festival de San Sebastián. Y lo hace por la puerta grande. Su director, Jaime Rosales, lleva las tres estatuillas del Goya a cuestas ... por su anterior película, «La soledad», y entra en la sección oficial del certamen donostiarra como uno de los favoritos a la Concha de Oro.
-¿Por qué presentar la película en el Festival de San Sebastián?
-La película la rodé muy rápido, en dos semanas, y también la monté rapidísimo. Cuando la terminé era el momento de la selección para el festival de Cannes. La enseñé allí, en Venecia y en San Sebastián. Estuvo a punto de entrar en Cannes, pero cayó en el último minuto porque ya había otras cintas con ingredientes políticos. De ahí saltó a la Mostra de Venecia, donde me ofrecieron la sección Horizontes, paralela a la oficial. Y, por último, sonó la flauta en San Sebastián, donde su director, Mikel Olaciregui, me ofreció competir en la sección oficial si se lo confirmaba inmediatamente.
-¿Qué pasa por su cabeza horas antes de enseñar su película al público, precisamente en la capital donostiarra, epicentro de la historia que narra?
-Me produce mucha emoción y mucho respeto por el asunto que toca. Lo enfrento con mucha ilusión y con la esperanza de que el conjunto de mensajes que transporta llegue en buenas condiciones.
-La película recrea el atentado en el que tres etarras asesinaron a dos guardias civiles en Capbreton. ¿Dónde y cuándo rodaron?
-Rodamos el pasado mes de febrero en San Sebastián, en el barrio de Amara, en Gros y en la parte vieja. También en las afueras de la ciudad, en lo que queda de la frontera de Irún y en las Landas. Y, en concreto, para recrear la cafetería donde ocurrió el atentado, buscamos una muy parecida que estaba a treinta kilómetros de la original.
-¿Cómo fue el rodaje?
-Teníamos todos los permisos e íbamos con mucha discreción. Si algo tenía claro es que gran parte del equipo tenía que ser vasco para que se movieran en terreno conocido. Mi jefa de producción es Anne Arteaga e Ion Arretxe es mi director de arte; los dos son de ahí. Precisamente Ion Arretxe hace doblete porque también es el actor principal. Debuta en la interpretación y creo que lo hace magistralmente.
-¿Por qué Ion Arretxe y no un actor profesional?
-Cuando leí la noticia del atentado en el periódico e imaginé el filme tenía muy claro que si Ion no aceptaba interpretar al líder del comando terrorista; no hacía la película. Nadie mejor que Arretxe, pues lo ha vivido de cerca; en 1985 le aplicaron la ley antiterrorista por supuesta pertenencia a ETA. En aquel entonces apenas tenía veinte años y decidió dejarlo todo e instalarse en Barcelona, donde estudió en el Institut del Teatre.
-¿Y el resto del reparto?
-Hay un solo actor profesional. Es más, cuando Ion habla con su hermana, es su hermana en la vida real; cuando habla con su chica también es su pareja... Y cuando se relaciona con un desconocido es realmente alguien a quien no ha visto nunca.
-¿Una vuelta de tuerca a la interpretación?
-Es otro tipo de actuación que me parece extraordinaria. La manera en la que les dirijo crea unas situaciones cien por cien reales que puede recordar a los documentales.
-¿Qué cuenta la película?
-He recreado, a partir de la información que tenía, el atentado de Capbreton, dándole una expresión cinematográfica. Visité la cafetería donde ocurrió pero era demasiado reciente para intentar rodar ahí. El mensaje que quiero dar es que hay que abrazar el optimismo y dejar el cinismo. También subrayó la importancia de lo que te puede dar el otro y dejar de lado los egoísmos. Esta película es una experiencia muy subjetiva donde el espectador es muy participativo.
-¿Los Goya de «La soledad» son un aval para el estreno de «Tiro en la cabeza», el próximo 3 de octubre?
-Para mí ha sido una inyección de confianza muy fuerte. Soy muy consciente de que si no tuviera los Goya, saldría con dos copias y pasaría muchos nervios. Ahora estoy volcado en la promoción de «Tiro en la cabeza». Después de San Sebastián viajo al Festival de Nueva York y al de Londres.
-Y después, a las salas de cine, que es donde se mide el éxito de una película...
-Ahí estaremos. Puedo anunciar también que será la primera película en España que se estrena a la vez en los cines y en el Museo Reina Sofía de Madrid.
-¿Cómo consiguió convencer a su director, Manuel Borja-Villel?
-Creo que esta criatura tiene un padre que viene del cine y una madre artística. La parte de arte se palpa en el tratamiento cinematográfico; he rodado con objetivos y sin diálogos, lo que ofrece unas imágenes muy planas. De hecho, casi no se entiende lo que está pasando, lo que hace que para un extranjero sea totalmente inteligible.
-¿Con «Tiro en la cabeza» da un paso adelante en el terreno tecnológico? ¿Veremos alguna escena rodada en polivisión?
-Todo el dispositivo es moderno; es lo más novedosa. Es una imagen hiperplana.
-¿Qué mensaje tiene la película?
-La peli no contiene un mensaje, sino que produce un efecto. A mí me descolocó por completo la noticia y he intentado reflejar esta sensación con una explosión intelectual para provocar una reflexión hacia el otro. La película es un toque de atención; pretende desactivar la radicalidad.
-Al ritmo que va, tres películas muy seguidas, ¿tiene algo en mente?
-¡Sí! La próxima la rodaré también entre Francia y España pero dentro de dos o tres años. No tengo ninguna prisa.
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