Meterla doblada
J. C.
Está claro que el doblaje ya no es lo que era. Hace tiempo, en alguna galaxia cinéfila lejana, muchos estaban convencidos de que bajo el casco de Darth Vader se ocultaba la majestuosa calva de Constantino Romero, que Bruce Willis tenía la esponjosa ... melenita castaña de Ramón Langa y que Pacino, De Niro y Hoffman eran en realidad clones cocinados en algún infiernillo de Little Italy por culpa de sus intercambiables soniquetes al castellano. Pero si hasta el desastroso trabajo (pobrecillos, ¿qué culpa tendrán?) de Verónica Forqué y Joaquín Hinojosa en «El resplandor» ha pasado a la intrahistoria de la deconstrucción vocal. Estos hits alimentaron el mito de que España está a la cabeza de las gargantas dobladoras mundiales. Cierto, aunque solo sea porque casi todos los países del mundo fomentan la lectura ofreciendo versión original subtitulada en sus salas.
Especialmente significativo y sangrante es el caso de «Vicky Cristina Barcelona», puesto que todo su chiste se basa en los duelos de floretes español y anglosajón que libran Javier Bardem y Penélope Cruz ante la mirada atónita de Scarlett Johansson. Algo que, naturalmente, ha quedado suprimido hasta del guión en su versión al castellano (y al catalán), por lo que la cara de mero se le quedará al espectador. Pero eso no es todo, ya que tanto Bardem como Pe no prestan sus propias voces sino que son doblados por otros actores. ¿Cómo reaccionaría Woody Allen si, en vez de su habitual Joan Pera (desaparecido en «VCB») le diera voz, por ejemplo, Jordi LP o Jaimito Borromeo? Lástima que Jaume Roures, productor del filme, no se saliera con la suya, como publicó «The Guardian» en abril, al querer privarnos de escuchar a Bardem, Scarlett y Pe en macarrónico idioma cervantino...
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