Patricia Conde: «Si no me ofrecen algo igual o mejor que 'SLQH', seguiré indagando en el cine»

Admite que no le importaría volver a un programa diario en televisión, pese al estrés que supone, aunque matiza. "Nunca pensé en irme, volver o cambiar, sino que me van llegando proyectos y lo que visualizo o me llama la atención, lo hago. Si no me están ofreciendo algo igual o mejor que lo que estaba haciendo, mientras seguiré indagando en el cine familiar o en otros proyectos que me vayan llegando", explica. Su último trabajo en el cine fue 'Gru 2. Mi villano favorito', una comedia de animación en la que daba voz a la agente Lucy Wilde. "Fue una experiencia muy divertida y con la que pude conocer gente fantástica", señala la actriz, que destaca su ilusión por cada nuevo proyecto por la oportunidad que le brina de "ir aprendiendo, creciendo y conociéndome más como actriz". Según explica, a la hora de poner voz a un dibujo animado, lo más complicado es el trabajo previo para "encontrar el alma del personaje" e intentar que voz e imagen se unan para lograr un personaje real. "Al principio no sabía muy bien cómo hacerlo, pero al final fue más fácil de lo que pensaba porque buscaban el espíritu de los personajes que había hecho en televisión, que se pareciera a la Patricia Conde que todos conocían".

El proyecto de doblaje coincidió con el embarazo de Conde, que se recuerda a sí misma en en la sala "embarazada de siete meses y moviéndome por la sala imitando al personaje de Lucy Wilde, como una loca", destaca entre risas la presentadora, que por esa época tenía además el pelo pelirrojo, como su personaje, aunque por pura casualidad. "Mi personaje es una agente bipolar, un tanto histriónica, muy divertida y dulce en el fondo. Las dos tenemos mucho sentido del humor y el espíritu gamberro que te sale cuando quieres hacer reír porque sí, porque el humor es así de generoso".

Diríase que su faceta cómica es innata, después de años en los que ha dejado claro que el humor es su hábitat natural, donde se desenvuelve como pez en el agua. Sin embargo, no le importaría cambiar de registro, aunque todo dependería de lo que le ofrecieran, según explica. "No me limito ni me blindo, estoy abierta a todo tipo de proyectos y me encantaría volver al teatro pero no ha llegado esa función que me haga sentir mariposas, esa especie de enamoramiento que te da en la boca del estómago", describe la vallisoletana, que empezó a trabajar como modelo a los 14 años hasta iniciar su carrera televisiva en 'El informal', donde se incorporó en 1999 con apenas 20 años. Desde entonces hasta ahora ha trabajado en televisión, teatro y cine, además de su faceta como humorista o su papel como embajadora de la ONU para la fundación 'Women Together'.