María Dueñas: «La serie ha abierto nuevas tramas»

Con buenas impresiones tanto de la crítica como del público, faltaba saber si la «madre» de la obra había quedado satisfecha con la serie de televisión, algo que parece evidente, a juzgar por lo que explicó en esta entrevista para ABC.

—¿Tenía miedo del resultado de llevar su novela a televisión?

—Sólo puse una condición: que se respetara el alma de la obra, por lo que he estado supervisando los guiones durante todo el proceso. Así he podido ir viendo las tramas y subtramas a las que se les ha abierto puertas y que no estaban en la novela.

—¿Cómo ha sido el trabajo con la gente de la pequeña pantalla?

—Desde el principio, teníamos claro que hablábamos lenguajes distintos. Por eso nos sentamos a hablar, para aclarar cualquier divergencia. Lo cierto es que todos hemos puesto de nuestra parte. El equipo de la serie es magnífico.

—¿Se ha inmiscuido mucho durante el rodaje?

—No, no he estado dentro del equipo. Pero sí hemos tenido un contacto continuo por correo electrónico, tanto por los guiones como por otras cuestiones.

—¿Qué es lo que más le ha gustado de esta experiencia?

—Poder ver cómo es un rodaje, todo lo que se mueve dentro. Yo estoy acostumbrada a escribir de forma lineal y allí se graba por secuencias que luego se unen. Resulta magistral ver cómo todo encaja.

—A pesar del éxito, ¿sigue considerando esta novela como suya, o ya es de los lectores y televidentes?

—Creo que cada vez que alguien se enfrenta a un texto, lo hace suyo. Un libro se reescribe cada vez que se lee.

—¿Se plantea escribir guiones?

—Lo cierto es que no. Más allá de la capacidad, hay que tener la técnica para escribirlos. Yo estoy muy a gusto escribiendo novelas. Además, soy muy lobo solitario y eso, en televisión o en cine, resulta muy difícil. Son formatos que no coinciden con mi forma de trabajar.

—¿Espera ganar lectores gracias a la televisión?

—Confío en que sí, ojalá. Por lo visto, suele ocurrir.

—¿Está escribiendo algo nuevo?

—Sí, empecé el trabajo de documentación en primavera y me puse a escribir a finales de verano. Pero no voy a decir nada, es un secreto hasta para mi familia.