Roban cientos de ordenadores en institutos y colegios de Toledo durante este curso

Los delincuentes no dejaron ni un «netbook» (una categoría de computadora portátil, de bajo costo y dimensiones reducidas). Sustrajeron todos los que había en la sala de informática y los que estaban repartidos por las aulas de este centro, en el que estudian 300 alumnos. En cambio, desecharon los que había en el departamento de administración. Ni los tocaron. ¿Por qué? Misterio sin resolver.

Para este asalto, los cacos quitaron los bombines de más de una docena de puertas interiores después de haber accedido al centro por el patio, posiblemente por la calle Santander. Aunque el colegio tiene alarma, esta no sonó.

El robo en este centro educativo es el último de una larga lista de asaltos a colegios e institutos en lo que va de curso académico. Se cuentan por cientos los ordenadores portátiles, la gran mayoría «netbooks», que los ladrones han sustraído, en algunos casos empleando lanzas térmicas para reventar puertas blindadas y también inhibidores de frecuencia para anular los sistemas de alarma. En ningún caso conocido por ABC, la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de Castilla-La Mancha ha repuesto el material informático sustraído. «Llevamos un curso muy duro por los robos, sobre todo en los colegios e institutos de la zona norte de la provincia de Toledo», aseguran en uno de los centros asaltados.

Aunque, en realidad, los ladrones no esperaron a que comenzase el curso. El pasado verano, se apropiaron de más de 35 ordenadores en el Instituto de Educación Secundaria (IES) «Arcipreste de Canales» de Recas , después de destrozar puertas de despachos y aulas, principalmente en el pasillo de la zona administrativa. Habían entrado por el único sitio por donde podían acceder al centro por la falta de seguridad. Debido a ello, se aumentó el sistema de vigilancia del centro.

Pese al robo, alumnos y profesores tuvieron suerte, ya que los atracadores no llegaron a entrar en las dos aulas «Althia», dotadas de sendas puertas blindadas.

Menos suerte tuvieron en el IES «Libertad» de Carranque . Dos robos entre febrero y marzo en los que los asaltantes se llevaron un botín de 110 «netbooks», además de diez ordenadores de los profesores, altavoces y material de laboratorio que se guardaba en maletines. Dejaron al centro sin material tecnológico para el resto del curso.

En el primer atraco, el hecho de que la alarma sonara sirvió afortunadamente para que los ladrones «solo» se apoderasen de unos 40 «netbooks». No hubo tanta suerte en el segundo golpe. Los delincuentes, unos «profesionales» por su forma de actuar, reventaron las puertas de las aulas «Althia», dotadas de mayor seguridad, con una lanza térmica.

¿Por qué dos atracos en fin de semana en menos de dos meses en el mismo instituto de Carranque? El centro fue levantado hace nueve años con módulos superpuestos y sin rejas, en un lugar poco transitado a las afueras. Características que comparten otros centros educativos asaltados durante este curso académico, aunque los cacos no «trabajan» solo los fines de semana.

En el colegio «Europa» de Toledo , en el barrio de Buenavista, lo saben muy bien. Hace tres semanas, la noche del 11 al 12 de mayo (de lunes a martes), el centro recibió el golpe más duro en sus más de diez años de existencia. Gracias al uso de inhibidores de frecuencia para anular la alarma, un elemento ya muy frecuente entre estos asaltantes, lograron apoderarse de más de 80 ordenadores, 65 de ellos «netbooks» que estaban en el aula «Althia».

Aquí reventaron los bombines de los tres armarios, cerrados con llave, donde se guardaba el material informático. Además, entraron en el almacén y hasta en la biblioteca, pero no se llevaron nada de las aulas. A raíz del robo, el centro ha aumentado las medidas de seguridad para ponérselo más difícil a los ladrones.

Pero eso no es una tarea fácil. En el IES «Emilio Lledó» de Numancia de la Sagra , donde estudian 400 alumnos, han sufrido dos robos este curso. En noviembre, sustrajeron 70 ordenadores portátiles de las aulas de informática, lo que llevó a la dirección a contratar un seguro por robo. Tuvieron que hacer uso de la póliza meses después, porque en febrero les robaron otros diez ordenadores tras reventar todas las puertas que se encontraron a su paso. Desde entonces, los alumnos trabajan con los únicos dos ordenadores restantes. Y que les duren.