El conductor de Fuensalida reconoce que iba cansado y dio una cabezada

El joven, vecino de Escalonilla, permanecía en prisión comunicada y sin fianza desde el mismo día del suceso tras ser acusado de tres homicidios con imprudencia grave y otro de lesiones con impruedencia grave ya que otro joven de 17 años resultó herido de gravedad y la semana pasada fue ingresado en el Hospital Nacional de Parapléjicos. Un qunto joven resultó herido leve.

En los razonamientos jurídicos del Auto de la Audiencia Provincial de Toledo se dice que el primero de los motivos del recurso contra la orden de prisión fue que «no existen indicios de la comisión de un delito contra la seguridad vial de los artículos 379 a 382 del Código Penal», es decir, que el joven no superaba los 0,60 miligramos por litro de alcohol en sangre y que no se negó a que se le practicara la prueba de alcoholemia. En cuanto a los hechos que hasta el momento resultan de las diligencias, el auto señala que «al llegar a una zona de curva debido al cansancio, o no haber dormido lo suficiente ya que se acostó hacia las dos de la mañana y se despertó hacia las siete, para ir a su trabajo, entró en un estado de somnolencia, hasta el punto, según su propia versión, de dar un cabezazo, lo que hizo que perdiera el control del vehículo que conducía e invadiera el carril de sentido contrario».

Del resultado del atropello, además de las tres adolescentes muertas y otro joven herido leve, el auto se refiere al herido grave diciendo que tiene «inutilidad de todos sus miembros, no se sabe si de forma permanente o definitiva».

«Es también un hecho no cuestionado que el recurrente había ingerido hasta poco antes de acostarse bebidas alcohólicas» y que la prueba de alcoholemia arrojó unos resultados de 0,29 y 0,26 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

La sala estima que sí existen indicios de la comisión de tres delitos de homicidio imprudente y un delito de lesiones imprudentes, y que los hechos ocurridos son «graves» puesto que «nos encontramos con que el recurrente estuvo ingiriendo alcohol hasta altas horas de la madrugada; no se acostó hasta las dos o dos y media de la mañana, a pesar de ser consciente de que al día siguiente, hacia las siete, tenía que levantarse para ir a su trabajo»; ...«su descanso no pudo ser el adecuado» y en el momento de acostarse «debía estar muy afectado por el alcohol por cuanto a pesar del importante lapso temporal transcurrido el escado margen de reduccción de bajada de la curva de metabolización del alcohol así lo denota».

Para determinar si existe o no riesgo de fuga a la hora de poner en libertad al imputado, la Audiencia dice examinar no solo la gravedad de los hechos sino también «las concretas circunstancias del imputado y las concretas circunstancias del caso», y no aprecia necesidad de que siga en prisión, pese a que la juez de Torrijos menciona en su auto de prisión la «alarma social». En este punto, la Audiencia considera que «no existen en el auto recurrido explicación de cuáles son las circunstancias que dan pie a esa alarma social».

Dice entender la Sala que en ente caso «sin duda existe una relevancia social, habida cuenta de que se trata de tres menores fallecidas, y de una localidad relativamente pequeña, lo que sin duda produce consternación entre todos sus conciudadanos, pero esa consternación y dolor no puede ser un elemento que justifique el privar de forma provisional de la libertad».

El atropello se produjo a las 7.25 horas del sábado 22 de noviembre en el kilómetro 3,200 de la carretera TO-3927 que une las localidades de Torrijos y Fuensalida, cuando el joven que viajaba en dirección a este último municipio invadió el carril y el arcén contrario, llevándose por delante a cinco menores.