Cuatro detenidos por las agresiones a dos facultativas de Talavera

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía comenzaron este martes a tomar declaración, durante todo el día, a diversas personas para tratar de determinar quién o quiénes fueron los agresores directos y poder proceder así a su detención.

Mientras la Policía hacía su trabajo, de una forma espontánea, —a través de mensajes de correo electrónico y el «boca a boca»—, personal del Servicio de Urgencias convocó a sus compañeros a una concentración que tuvo lugar al mediodía a la puerta del hospital en señal de repulsa y protesta por el episodio de violencia vivido la noche del vienes.

El jefe del Servicio de Urgencias, Ricardo Juárez, leyó un comunicado contando y condenando lo sucedido y el acto finalizó con un fuerte aplauso en solidaridad con los trabajadores agredidos.

Un dedo fracturado

Entre estos figura también un guarda de seguridad, que sufrió la fractura de un dedo en su intento de repeler la agresión contra el personal médico. Los agresores empuñaban navajas con ánimo intimidatorio, pero no ha trascendido que alguien resultara herido por arma blanca, aunque sí por golpes y empujones, como la doctora herida.

Ella y su compañera han sido cambiadas de destino dentro del hospital, por orden de la Dirección, al objeto de alejarlas de la puerta de Urgencias, donde se iniciaron los hechos y especialmente porque al día siguiente de los mismos un hijo de la paciente volvió al mismo preguntando por las doctoras y queriendo saber sus nombres y pidiendo una serie de informes médicos, según han relatado a ABC fuentes sanitarias. No obstante, no precisaron si la doctora agredida efectivamente retiró, por miedo, la denuncia interpuesta tras la agresión, algo que aseguran sus compañeros. De ser así, este solo hecho da idea del pánico que puede llegar a sufrir el personal sanitario por culpa de unos individuos sin escrúpulos.

El doctor Juárez subrayó que casos similares a este se producen, por desgracia, con cierta frecuencia, y que luego pasan a juicio. Por ello, pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto para que esto no vuelva a ocurrir , y menos en una institución pública sanitaria pagada con los impuestos de todos los ciudadanos. «Es una aberración que en un lugar donde se cuidad por la salud de las personas, pase esto», recalcó. Asimismo, explicó que a los niños que en el momento de la agresión se encontraban en cuidados intermedios comenzaron a pasar auténtico miedo y hubo que sacarlos de la sala por detrás.

Diligencias penales

Por su parte, el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz ha anunciado este miércoles que el Hospital General Nuestra Señora del Prado se va a sumar a las diligencias penales que están en el juzgado por la agresión de las dos facultativas y ha afirmado que «respaldarán las acciones de sus profesionales».

Asimismo, el titular de Sanidad, que ha condenado este tipo de sucesos a la vez que ha mostrado su más «absoluto rechazo», ha señalado que los servicios jurídicos de la Consejería están estudiando que se puedan considerar estos hechos un atentado contra la autoridad pública , en base al artículo 550 del Código Penal. Además ha informado de que este miércoles el gerente del hospital de Talavera de la Reina, José Luis Morillo, se ha reunido con el comisario de Policía de la ciudad y ambas partes se han comprometido a establecer «lo antes posible» un protocolo de actuación para atajar este tipo de situaciones violentas.

Por último, ha felicitado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por la detención de estas cuatro personas y ha asegurado que por parte de la Consejería no se va a tolerar ningún tipo de violencia contra los profesionales sanitarios de Castilla-La Mancha, que «todos los días ayudan a salvar vidas». «No vamos a tolerar que estos hechos queden impunes en nuestra sociedad y vamos a poner todos los medios que existen a nuestro alcance para que no se repitan», ha sentenciado.

«Se ha perdido el respeto»

Según ha sabido ABC, un episodio violento tuvo lugar hace aproximadamente un mes en Puente del Arzobispo , en la provincia de Toledo, donde un médico del centro de salud fue zarandeado e insultado por pacientes en su centro de trabajo , asunto por el que también se activó el Plan Perseo del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), un plan director de seguridad corporativa y de protección del patrimonio dirigido a abordar el problema de la violencia y agresiones en el ámbito de los centros sanitarios de la Comunidad autónoma. Dicho plan contiene un procedimiento de actuación ante una situación de violencia. Un plan que para el delegado del Sindicato Médico (CESM) en Talavera, Miguel Méndez, no es todo lo «eficaz» que debiera. «Agresiones verbales se están produciendo todos los días y mucha gente ha perdido el respeto a los médicos».