LA CASETA DE LA TIROLINA

Parece ser que todo vale y cuando la autoridad actúa tal y como se la exige pues ya los impulsores del proyecto de la tirolina se lo piensan y tal vez tengan sus dudas si continuar adelante con la propuesta. Pues qué bien, si a la mínima oportunidad que les molesta cuando no actúan de forma reglamentada se enfadan y advierten con retirarse, pues que lo hagan y cuanto antes mejor porque Toledo estaba encantada sin la idea de la tirolina y me imagino que seguirá igual si esta desaparece antes de ponerse en marcha.

Las cosas o se hacen bien y ajustadas a la normativa existente en los aspectos que la atañen o se las elimina y a otra cosa mariposa. Pero una caseta adosada a la muralla del puente de San Martín, como taquilla de una futura atracción turística, afea de forma ostensible el entorno emblemático donde se encuentra y no queda más remedio que derribarla. Para una próxima ocasión conviene estar más ágil en cometidos de parecida índole.

El próximo 18 de mayo la ganadería toledana del conde de Mayalde liadiará una novillada en la plaza de las Ventas de Madrid durante la feria de San Isidro. La reses ya seleccionadas para la ocasión tienen las hechuras de una corrida de toros, dado que los utreros presentan una romana más que adecuada junto a unas defensas muy respetables. Los astados serán lidiados por las jóvenes promesas Posada de Maravillas, Clemente y Roca Rey, a los que deseamos suerte.