La Virgen del Sagrario, de la catedral a las calles

Desde el siglo XVI hasta nuestros días, Nuestra Excelsa Patrona ha recorrido las calles imperiales en bastantes ocasiones. El 1 de mayo de 1529 llegó a la ermita de San Eugenio, al parecer para pedir que lloviese. El 27 de abril de 1530 y el 18 de agosto de 1566 fue hasta el monasterio de San Juan de los Reyes por la salud de la reina. El 11 de mayo de 1542 y el 4 de mayo de 1578 bajó a la basílica de Santa Leocadia o del Santísimo Cristo de la Vega para que acabasen grandes pertinaces sequías.

La procesión del 30 de octubre de 1616, con motivo de la inauguración de su capilla, fue la más popular devota y lúcida. El 25 de noviembre recorrió las calles céntricas en acción de gracias por la curación del rey Felipe III. El 10 de abril, bajó a la vega por la puerta Bisagra y subió por la del Cambrón para rogar que se acabase una terrible sequía que produjo muchas enfermedades y muertes entre los toledanos.

El 15 de junio de 1823, Nuestra Señora salió a la calle, suplicando el pueblo y el clero por la «conservación de los días» de rey Fernando VII. Para que acabase una tremenda epidemia de cólera, también recorrió las calles de la ciudad el 3 de agosto de 1834. Y para festejar el nacimiento de la infanta Isabel, hija de Isabel II, se sacó a Nuestra Patrona hasta la plaza de Zocodover.

Para implorar que acabase una prolongada sequía, volvió a salir la Santísima Virgen el 3 de agosto de 1868. El 23 de agosto de 1885 y 28 de agosto de 1890 para acabar con una larga epidemia de cólera, se trasladó a la imagen a la plaza de Zocodover.

Una de la procesiones más famosas e importantes fue la celebrada el 30 de mayo de 1926, con motivo de su coronación en la plaza de Zocodover bajo el Arco de la Sangre. Fue coronada por el Nuncio de Sumo Pontifice Pío XI, monseñor Tedeschini, en presencia del cardenal primado, Enrique Reig; el Príncipe de Asturias, que ostentaba la representación del rey Alfonso XIII; el alcalde Fernando Aguirre, varios ministros del gobierno y una multitud de fieles que abarrotaba la histórica plaza.

Con motivo de la conmemoración del LXXV aniversario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, el 8 de siembre de 1929 recibió en la plaza del Ayuntamiento a las imágenes de la Santísima Virgen más veneradas en Toledo y ermitas de los alrededores de la ciudad.

Nuevamente llegó a la plaza de Zocodover, el 28 de septiembre de 1939, para ser recoronada después de la profanación que sufrió durante la guerra civil.

La falta de lluvia hizo que el pueblo toledano la sacase a la plaza de Zocodover el 2 de mayo de 1945. El 30 de mayo de 1948 volvió a la emblemática plaza para recibir a la Nuestra Señora de Fátima en su recorrido por ciudades de España.

El 31 de octubre de 1954, con ocasión del Año Mariano, presidió la mayor concentración mariana que ha habido en la Imperial Ciudad. Participaron 152 imágenes de la Santísima Virgen veneradas en las iglesias y ermitas de la diócesis. La Virgen del Sagrario salió de la catedral y llegó al paseo de Merchán, donde tuvo lugar la concentración. Según las crónicas, asistieron más de cuarenta mil peregrinos en un acto de renovación de fe y devoción a la Madre de Dios.

Después del pontifical del Domingo de Resurrección, el 30 de marzo de 1975, la Patrona de Toledo recorrió la plaza del Ayuntamiento. Salió para celebrar el Año Mariano.

Y como conmemoración del L aniversario de la coronación canónica de Nuestra Excelsa Madre, la venerada imagen de la Virgen del Sagrario llegó desde la plaza de Zocodover hasta la plaza del Ayuntamiento por expreso deseo del cardenal primado Antonio Cañizares.