Terminó el sueño del Toledo

a Una diana de Rufino Segovia en el minuto 43 daba alas al conjunto verde, pero tres minutos letales, 58 y 61, voltearon el marcador en contra de un Toledo que ya no supo buscar con éxito un segundo gol que le hubiera dado el pase a las semifinales de este play-off de ascenso a Segunda División.

Por lo tanto, se puso fin a una temporada para los futbolistas del Salto del Caballo, un curso en la que han cumplido con alta nota, si bien, algo emborrada por la segunda mitad disputada ayer a orillas del Segre.

Mención especial para el colegiado del encuentro, un árbitro aragonés que en los primeros 15 minutos de la segunda parte se le notó una caserismo un tanto desproporcionado, si ir más lejos, la falta que le pitó a Sorribas y que derivó en el gol del empate leridano. La expulsión de Tete en el minuto 83 por doble amarilla fue de «traca», pues no fueron faltas ninguna de las dos tarjetas amarillas. Un mal arbitraje, sin duda, de un colegiado que lleva ya cinco temporadas en Segunda B.

De todas formas, no toda la culpa de la la derrota la tuvo el árbitro del del equipo verde, ya que, por ejemplo, el lanzamiento de la falta que originó el empatte fue un obsequio del meta Manolo, despistado en su colocación para que pudiera reaccionar a tiempo ante el magistral toque de Raúl Fuster. Tres minutos más tarde, una serie de errores encadenados del sistema defensivo verde llevó al 2-1 en remate en semifallo de Pere Millas que no supo sacar bajos palos Tete.

De manera que, toda la ventaja que había sacado Rufino Segovia de su chistera particular en el minuto 43 se vino abajo de forma lamentable. El jugadón individual de Rufino fue de escándalo, pero luego no sirvió para nada. Había que marcar un gol en Llérida y ya lo había conseguido el equipo toledano y además, en un momento muy psicológico. Tras paso por vestuarios, el Toledo jugó unos primeros 15 minutos muy buenos, daba la impresión que podría llegar el 0-2, pero el equipo local empazó a apretar, con la ayuda del árbitro, y al final ganaron.

Quedaban aún muchos minutos por delante para llegar al empate a dos, un resultado que hubiera clasificado al CD Toledo, pero a la escuadra verde le faltaron fuerzas e ideas. La injusta expulsión de Tete ayudó aún más al equipo de la Terra Ferma, un conjunto que perdonó varias contras ante Manolo en clara superioridad.

En la última jugada del partido, Miguel Ramos tuvo el empate en su botas, pero su remate se marchó desviado en buena posición. Adiós al sueño.