Cristina Iglesias planta sus raíces artísticas en la ciudad
Toledo suma y a su patrimonio cultural tres obras de la artista vasca que son un homenaje al agua y al crisol de culturas que inspiró al Greco
Toledo, fluir de gentes, razas, culturas, conocimientos...Como el agua, protagonista absoluta de las tres esculturas de la artista Cristina Iglesias que, con el nombre de «Tres aguas», desde ayer forman parte del patrimonio cultural de la ciudad. De esa misma Toledo que en un tiempo lejano fue escenario de la convivencia de las tres religiones monoteístas sobre estas mismas calles, a veces tolerantes, otras no...pero en definitiva compartiendo el espíritu y la magia que tan bien supo captar siglos después un pintor llegado desde lejos, el Greco, aquel «extranjero» a quien la ciudad hechizó. Y se quedó para siempre.
Las tres esculturas de Cristina Iglesias, que forman parte del gran evento cultural del IV Centenario de la muerte del cretense, están situadas en diferentes partes de la ciudad: en un edificio rehabilitado junto al río Tajo, en un convento de clausura en el corazón del Casco Histórico, y en la plaza del Ayuntamiento, donde se reflejan las fachadas también del Palacio Arzobispal y la catedral primada.
«Lo mismo que para entender poesía hay que leer poesía y para entender la música, que te llegue, hay escuchar mucha música, para ver algo hay que mirar», dijo ayer la artista durante la presentación de los tres nuevos espacios. Dice ser consciente de que el primer contacto del visitante con sus esculturas puede generar «incomprensión» porque estas «necesitan tiempo» para ser asumidas.
Homenaje al río Tajo
Ayer, en la fuente de la Plaza del Ayuntamiento muchos curiosos —entre los miles de turistas que inundan desde hace meses la ciudad por el Año Greco— se acercaron a la fuente como quien se acerca a la orilla de un río y miraron sus aguas, un cauce enfangado y sembrado de raíces. Desde lo alto de una de las torres del Ayuntamiento, la película de agua haciendo frontera con la plaza semeja una zona portuaria , un muelle de donde parten, o a donde llegan, nuevas gentes venidas de otras tierras, como el Greco.
El alcalde, Emiliano García-Page, dijo que con este proyecto, «la generación actual de toledanos cumple con su obligación e incorpora una obra moderna al patrimonio artístico», además de constituir un homenaje al río Tajo y a su histórica relación con los toledanos.
La artista explicó que se decidió por la Ciudad de las Tres Culturas dada su simbología y la estratificación de su historia, siempre relacionada con el Tajo que rodea al Casco Histórico. Así, en los tres lugares escogidos el agua adquiere protagonismo «como símbolo y metáfora de la comunicación, del diálogo y del conocimiento». El presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, manifestó que esta iniciativa comenzó a fraguarse hace siete años «y ahora ve la luz gracias al patrocinio privado de Liberbank, Acciona, donantes anónimos y el apoyo de la Fundación Artangel». Remarcó que el proyecto no se ha sufragado con fondos públicos y agradeció a Cristina Iglesias su labor y compromiso con la ciudad.
En 2007 nació este proyecto, cuando la Fundación británica Art Angel encargó a Iglesias la obra que ella quisiera en el lugar que escogiera: y Toledo fue la elegida porque en esta ciudad se dan las «condiciones maravillosas» de estratos culturales y del Tajo que «la envuelve» y da pie a la artista donostiarra a «hablar». Más adelante, cuando el proyecto languidecía, la Fundación El Greco 2014 lo hizo suyo y entró a formar parte de los actos por el cuarto centenario de la muerte del Greco. Ahí se incluyen siete años de trabajo, la concepción y estudio del proyecto, la restauración de la Torre del Agua y las propias esculturas, inauguradas ayer. En la comparecencia de ayer también acompañaron a Iglesias el presidente de Art Angel, James Lingwood y el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado.
La Torre del Agua se puede ver en el Campus Tecnológico de Fábrica de Armas de martes a viernes de 17 a 20 horas y sábados y domingos de 10 a 14 y de 17 a 20 (entrada por la Puerta de Obreros). El acceso para la pieza del convento de Santa Clara es por la plaza de Santo Domingo el Real. Estará abierto de martes a viernes de 17 a 20 horas y sábados y domingos de 11 a 14 y de 17 a 20 horas.
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