análisis
«Ryse: son of Rome»: corto pero intenso
Este juego que explora el Imperio Romano, un título exclusivo para Xbox One, presenta unos gráficos tremendamente realistas
J.M.SÁNCHEZ
Hay dos aspectos que llaman la atención de « Ryse: Son of Rome ». En primer lugar, cómo es posible que un título de tal calibre y en esta era pueda ser tan corto (en cuanto a duración, se puede completar en menos de ocho ... horas) y cómo acaba resultando en ocasiones reiterativo. Sin embargo, este título del género «hack and slash», violento y sanguinario, es una buena muestra del potencial de la nueva generación de consolas , con unos gráficos bien definidos.
Esta especie de conclusión hecha a las primeras de cambio no enturbia, eso sí, la tremenda ambientación que respira el juego por los cuatro costados y la alta definición que se encuentra a lo largo de una historia que bien podría recordar a la de la película «Gladiator». Esta es es su mejor baza . Sin lugar a dudas, sus gráficos son alucinantes, verdaderamente impresionantes. Tiene un gran realismo que suponen una pequeña pincelada de lo que está por venir, algo de lo que podemos sentir deseo . Uno se queda maravillado ante la belleza de las estatuas romanas, de los pasos y fortalezas, de la sensación de magnificencia de aquella época histórica que, unido a una banda sonora y un catálogo de sonidos sensacionales, le otorga una épica muy atrayente para tratar de emular a un verdadero y poderoso soldado romano, un combatiente temido en su época, adiestrado desde pequeño para la muerte.
Los movimientos, texturas de los personajes así como los decorados creados por la desarrolladora alemana Crytek , que se aleja de la línea de confort de sus títulos reconocidos («Crysis», «FarCry»), han conseguido dotar a este título exclusivo para Xbox One de un gran realismo a esta aventura de romanos, cuyo personaje principal, Marius Titus, un legionario romano en busca de venganza, se enfrenta a una decadente Roma donde un emperador Nerón trata de subyugar al pueblo y los enemigos.
Tras un prólogo sentimental en el que circulan fragmentos familiares del personaje, la historia continúa con varias misiones en los que las legiones romanas se deberán enfrentan a los bárbaros. El caso es que rara vez la industria del videojuego había explorado el Imperio Romano . Y mira que, vistas las batallas que ellas acontecían y lo llamativo de sus circuitos, es muy llamativo para crear un juego, pero no se había creado uno con tantas grandes expectativas hasta ahora.
Los niveles se limitan a pasillos rectos por donde hay que avanzar para segar la vida de los rivales. Nota positiva las ejecuciones que se van consiguiendo, mostradas en cámara lenta, para regocijo del espectador. Una vez que el enemigo está agonizando, encima de su cabeza aparece una advertencia de que se puede activar, con el botón RT del controlador, la ejecución, que permite deshacerse de los enemigos de manera magistral aunque con un pequeño «truco»: mientras cortas cabeza y cuello de un rival el resto no te atacará.
En ese sentido es muy ordenado el combate . Salvo estas situaciones, la jugabilidad se limita a cuatro movimientos (cubrirse, empujar con el escudo, atacar con la espada y rodar). Así se desarrolla la mayor parte de la campaña, aunque hay momentos para utilizar la ballesta y el pilum, la lanza romana capaz de atravesar un escudo, aunque son fáciles de manejar gracias al apuntado automático. A pesar de sus defectos, «Ryse» es uno de esos títulos que acaban por enganchar y que hay que, sin duda, experimentar porque conforme avanza la narrativa se va creando una gran adicción que a uno se le olvida lo sencillo de acabar con los malos.
«Ryse: son of Rome»: corto pero intenso
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