PlayStation 4: servicios secundarios de una consola pensada solo para jugar

La interfaz de PlayStation 4 es sencilla y rápida de recorrer. El menú es escueto, propio de una máquina pensada casi exclusivamente en una única opción: acceder rápidamente al juego y jugar (además se han reducido los tiempos de carga). Los elementos se disponen en línea, con rápida separación entre iconos sociales para compartir, la tienda de juegos PlayStation Store, y los servicios secundarios ( cine , televisión, música). El problema está en la incapacidad para personalizar el menú en función de las preferencias de cada jugador, y evitar así la saturación de elementos no utilizados o un crecimiento poco manejable de ítems cuando se vaya ampliando la librería.

La gratuidad en PS3 terminó. Aún así, el servicio «online» de Sony cuenta con unos precios ligeramente inferiores a los de Xbox One. PlayStation Plus cuesta 7 euros por un mes, 20 euros por tres meses y 50 euros por un año; Xbox Gold cobra 7, 20 y 60 euros por los mismos periodos. Plus (gratis las dos primeras semanas) permite acceder al catálogo de descargas de juegos (los títulos independientes tienen cada vez más peso); y, sobre todo, disputar partidas en línea. Microsoft está comprometido a ofrecer servidores dedicados a cada juego para asegurar una conexión perfecta; Sony, no, aunque en los títulos ya disponibles de momento no significa que eso suponga un problema.

Uno de los grandes avances de PS4 es la integración con redes sociales y la comunidad de jugadores. El botón «share» en el pad permite rápidamente compartir momentos como imágenes o cortes de vídeo (dispone de un sencillo editor) tanto en la comunidad de PS4, como con los contactos propios (con cómoda separación de privacidad entre amigos, conocidos y el resto) y con otras redes externas gracias a la integración con Twitter y Facebook . Da la posibilidad tanto de emitir como ver fragmentos o partidas en directo de otros jugadores.

PS4 está concebida totalmente como centro de juego. Las demás utilidades son accesorias y están dispuestas de forma secundaria. Cuenta con un limitado navegador de internet propio, y un servicio de música, de televisión en «streaming» (de calidad muy dependiente de la conexión) y de cine y series con una oferta de productos escueta. Los contenidos están enfocados a un público juvenil (sobreabundancia de comedia y acción) y los precios no son competitivos con otros servicios en internet (alquiler de películas a una media de 3 euros por dos días, capítulos de series a 2,50 euros de media). A diferencia de Xbox One, concebido para ser un elemento central multitarea en el salón , PS4 es en un mayor porcentaje una máquina para videojuegos.

Sony había sido conservadora en sus mandos tanto en PS2 como en PS3 y había quedado atrás en comodidad y prestaciones respecto a la serie Xbox. El DualShock 4, sin embargo, ofrece numerosas novedades sin revolucionar su asentado diseño . Ligeramente más grueso y rugoso para facilitar el agarre, un panel táctil central, mejor vibración, un pequeño altavoz y una barra de luz (LED) en la parte posterior para identificar jugadores y momentos del juego. Cuenta con sensor de movimiento (muy similar al disponible en los smartphones) con giroscopio (identifica la posición del mando) y acelerómetro (para medir el movimiento del dispositivo). Dispone de un botón «PS» para saltar al menú sin suspender la partida y un botón «share» para compartir escenas o vídeos del juego, además de los habituales para el juego ya disponibles en DualShock anteriores.

Nintendo creó para su Wii U un mando con pantalla táctil que, a su vez, sirve de consola portátil. Ni Xbox One ni PS4 han llegado tan lejos, pero ambas cuentan con servicios para la conexión con «smartphones», Xbox SmartGlass y PlayStation App . La experiencia en móviles se limita a complementos y factores secundarios del juego (como consultar mapas o recibir ayudas). La pantalla portátil más efectiva de PS4 es la consola portátil PS Vita (comprada por separado con un coste de 150 euros). La integración entre ambas es completa para saltar de un dispositivo a otro en una misma partida sin necesidad de televisor.

El problema de la cámara en PS3 fue, más allá de su efectividad, la falta de juegos para utilizarla. Ni los títulos ambiciosos contaron con ella, ni hubo apenas oferta por parte de Sony. PlayStation Eye no es compatible con PS4, que cuenta con la PlayStation Camera. El accesorio de PS4 puede correr la misma suerte de ostracismo, más aún cuando la compañía no lo ha incluido como complemento inseparable de la consola, a diferencia de la apuesta de Xbox One con su Kinect. PlayStation Camera (60 euros), en cualquier caso, ha potenciado sensiblemente su capacidad de captación de movimientos.

PS4 da soporte a PlayStation Move, el mando de Sony imitación del de Wii, que tan poco éxito tuvo en PS3. El fracaso se debió a la falta de juegos para explotarlo. El catálogo avanzado para la nueva consola continúa la misma tendencia. El DualShock 4, además, incluye ya sensores de movimiento que hacen más imprescindible el Move. No hay posibilidad de conectar ratón; pero sí teclado, tanto inalámbrico como por USB.

La consola incluye unos auriculares con micrófono muy simples para conectar al mando, muy útil para ofrecer audios secundarios en el juego. PS4 permite también conectar auriculares a la consola con USB, pero no Bluetooth, como sí dejaba en PS3.