Musk somete su continuidad en Twitter a una encuesta entre usuarios

Tres horas después de haber compartido la encuesta, se habían registrado más de 8,5 millones de votos y la mayoría apostaban por su dimisión: el 'sí' obtenía el 56,8% de los votos, por un 43,2% del 'no'.

La votación está abierta hasta las seis de la mañana del lunes de Nueva York, doce del mediodía en España. Con anterioridad, Musk ha consultado a los usuarios sobre decisiones de gestión de sus empresas y ha cumplido con los resultados.

La decisión de someter su cargo al arbitrio de los usuarios de Twitter se produjo después de varios días agitados en la red social. Poco antes de compartir la encuesta, Musk pidió perdón por el último resbalón de su gestión en Twitter.

La red social había anunciado unas horas antes que suspendería las cuentas de aquellos usuarios que enlazaran en sus mensajes contenidos de «plataformas prohibidas» cuando el principal objetivo fuera la «promoción de contenido en otras redes sociales». Enumeraba, entre ellas, a Facebook, Instagram y Truth Social, la red social creada por el expresidente de EE.UU. Donald Trump.

La nueva política contra la promoción de otras redes sociales fue contestada con fiereza y Musk dio marcha atrás. «A partir de ahora, se votará cuando haya grandes cambios de funcionamiento», escribió en un mensaje poco antes de ponerse su cabeza al arbitrio de los usuario. «Mis disculpas, no volverá a suceder».

No está claro qué impacto específico tendría el resultado de la encuesta sobre Musk, que es el propietario de la compañía. Pero el anuncio de su abandono de responsabilidades ejecutivas en Twitter sería un nuevo giro en la montaña rusa en la que está metida la red social desde que Musk se convirtió en su principal accionista a comienzos de año y lanzó una oferta de adquisición por más de 45.000 millones de dólares.

Después de negociaciones ásperas con los ejecutivos de la empresa, y tras un intento de salirse de la operación, Musk finalmente adquirió Twitter en octubre por 44.000 millones, obligado por los contratos que había firmado la primavera anterior.

Desde entonces, ha fulminado a la directiva ejecutiva, ha despedido a miles de trabajadores, ha colocado a leales al frente, ha relajado la moderación de contenidos y ha impuesto el cobro de una cuota mensual a las cuentas verificadas, todas decisiones muy polémicas.

Musk compartió la encuesta pocas horas después de haber asistido en Qatar a la final del Mundial de fútbol. Poco después, con el resultado inclinándose hacia su salida, advirtió a los usuarios en otro mensaje: «Como dice el refrán: ten cuidado con lo que deseas, porque podrías conseguirlo».

En respuestas a usuarios que ofrecían soluciones o perfiles para dirigir Twitter, Musk parecía reivindicarse como la única persona capaz de mantener la red social a flote: «La cuestión no es encontrar un consejero delegado, la cuestión es encontrar a un consejero delegado capaz de mantener vivo a Twitter», escribía.

Pero la encuesta podría ser también una estratagema de Musk para quitarse de en medio en un momento de dificultades. El sondeo que decidirá su futuro se cierra tres horas antes de que abra la bolsa de Nueva York y es posible que una salida de Musk sea bien recibida por los mercados.

El valor de Tesla, la compañía de coches eléctricos que lidera Musk, se ha desplomado en bolsa en las últimas semanas. Con ello, se ha esfumado buena parte de la fortuna del multimillonario, que se convirtió en el hombre más rico del mundo por el extraordinario ascenso bursátil de Tesla en los último años.

Para algunos inversores, que Musk deje de preocuparse por Twitter podría ser beneficioso para la acción de Tesla. Uno de esos inversores le ha demandado, y Musk reconoció el mes pasado en un interrogatorio judicial que planea «reducir el tiempo que dedico a Twitter y encontrar otra persona que dirija Twitter». La encuesta podría solo dar un empujón a algo que quizá ya planea Musk.