«Ha jugado con la 'app' y casi la rompe»: la razón por la que Elon Musk puede dejar de ser el jefe de Twitter

Por el momento, el empresario no ha confirmado su renuncia a la jefatura de la compañía, ni quien podría ser su sucesor. La propiedad de la plataforma, no obstante, seguiría en sus manos.

Musk, que también es dueño de empresas como Tesla o SpaceX, ha lanzado varias encuestas entre los usuarios en las últimas semanas, todas ellas determinantes para el funcionamiento de la red social. Ese fue el procedimiento escogido por el directivo para devolver su cuenta al expresidente de Estados Unidos Donald Trump. El magnate también utilizó este sistema para consultar a la comunidad sobre el restablecimiento de las cuentas de los periodistas bloqueados a finales de la semana pasada por informar sobre las nuevas políticas de Twitter contrarias a compartir la ubicación en tiempo real de personas físicas. El empresario sudafricano siempre ha aceptado los resultados, por lo que es de esperar que esta vez también cumpla.

El presumible paso al lado del magnate llega después de una semana en la que su aplicación ha estado, como casi siempre, marcada por la polémica. Al bloqueo de las cuentas de media docena de periodistas se sumó la decisión de fulminar al Consejo de Confianza y Seguridad de la 'app', conformado por expertos externos y creado con el fin de asesorar a la plataforma en materia de moderación de contenido.

La puntilla llegó el domingo, cuando la red social anunció que prohibía a los usuarios compartir publicaciones con enlaces en los que se invitase a emplear redes sociales de la competencia, como Facebook, Instagram, Truth Social o Mastodon. La ola de críticas provocada por esta medida, que fue eliminada horas después por la plataforma, llevó al propio magnate a disculparse en un tuit. «En el futuro, habrá una votación para cambios de política importantes. Mis disculpas. No volverá a pasar», prometió.

Expertos en redes sociales consultados por ABC apuntan que la decisión del magnate de poner su cargo en manos de los usuarios no ha sido, en ningún caso, visceral, sino que ha estado bien calculada. «Esto es la crónica de una muerte anunciada. Es difícil que un personaje de su envergadura dedique tanto tiempo a una empresa ruinosa que además le estaba causando problemas en términos de reputación», apunta Ferrán Lalueza, profesor de Comunicación de la Universidad Oberta de Cataluña.

Lalueza remarca que desde que Musk se hizo con el control de la red social ha estado realizando movimientos, la mayoría erráticos, destinados a mejorar el funcionamiento y la rentabilidad económica de la plataforma. Su forma de dirigir la red social ha tenido efectos directos en sus otras compañías, especialmente en Tesla, cuyas acciones han perdido en lo que llevamos de 2022 un 57 % de su valor. De acuerdo con medios estadounidenses, los analistas, la salida de Musk de Twitter beneficiaría al resto de sus negocios. Especialmente a la firma de automóviles.

Bajo la batuta de Musk, Twitter ha comenzado a dar pasos destinados a convertirse en algo diferente a lo que fue en los tiempos de la anterior dirección. Musk intentó convencer a los usuarios de que pagasen una suscripción mensual de ocho dólares añadiendo nuevas funcionalidades al servicio de pago Twitter Blue. Asimismo, se han anunciado novedades como la incorporación del cifrado de extremo a extremo en los mensajes o la posibilidad de compartir tuits más largos. A pesar de las presumibles buenas intenciones del empresario, por el momento, los cambios realizados solo han provocado que las pérdidas de Twitter, compañía que llevaba prácticamente una década en números rojos, aumenten.

En opinión de Nacho de Pinedo, cofundador de la escuela de negocio digital ISDI, el empresario ha ejercido una dirección «caótica»; además, apunta que su visión de negocio y la estrategia de comunicación que ha empleado para promocionar la herramienta, a golpe de tuit personal, han colisionado completamente. «Desde el punto de vista del negocio, la compra de Twitter con la intención de mejorar la aplicación tiene sentido. La empresa ha sido deficitaria mucho tiempo y no hacía nada por cambiar lo que era y mejorar su situación», apunta el experto.

Ese caos, según señala, lo ha producido la «incendiaria comunicación» del magnate, que «ha llevado el discurso del modelo de negocio que se quería aplicar por derroteros diferentes a los que se debía»: «Un buen ejemplo fue la apertura de Twitter a cuentas conflictivas, algo que ha preocupado mucho a los anunciantes». En menos de dos meses que Musk ha ocupado el cargo de primer ejecutivo, los principales anunciantes han dado la espalda a la red.

En caso de que, finalmente, se confirme que el magnate deja la dirección de la red social, Lalueza espera que la red social realice varios cambios, especialmente a nivel comunicativo. Y es que, durante las últimas semanas, Elon Musk se ha convertido en el único portavoz autorizado de la empresa. «Musk ha estado tratando a Twitter como a un juguete, y con tanta polémica ha estado a punto de romperlo», señala el profesor de la Universidad Oberta de Cataluña.

«No vamos a encontrarnos con una vuelta al Twitter previo a Elon Musk; seguirá habiendo cambios, pero seguramente responderán más a una lógica empresarial», remata el docente. De Pinedo explica que «los errores del empresario han provocado el descontento de muchos usuarios».