Seis Nocheviejas más caóticas que las de Canal Sur

En España ya hemos tenido otras nocheviejas con patinazo incluido. En 1989, la presentadora de TVE Marisa Naranjo se percató de que «los cuartos» habían acabado... ¡tras la duodécima campanada! Y en Telecinco , ni José María Iñigo ni Carmen Sevilla tenían claro hace veinte años si celebraban la llegada de 1994… o la de 1964. Su tropiezo en pareja es otro de los inolvidables.

En el blog Oddee también han recopilado varios 31 de diciembre infaustos. Por ejemplo, recuerdan lo ocurrido en la californiana KDOC-TV en la última noche de 2012. Algunos lo llamaron «The Show of Fail»… con mil razones para hacerlo: conversaciones privadas que se colaron en la emisión, gente entre el público leyendo el teleprompter para burlarse de los presentadores, famosos anunciados que nunca comparecieron… un auténtico desastre.

Pero esto de que la Nochevieja se tuerza no es un fenómeno reciente. Ni siquiera exclusivamente televisivo. El 31 de diciembre de 1967, el motociclista acróbata Evel Knievel casi pierde la vida tratando de saltar sobre las fuentes del Caesar’s Palace de Las Vegas. Las lesiones que se produjo en la caída le mantuvieron en coma durante un mes. La espina se la arrancó su hijo Robbie, que completaría el desafío 22 años más tarde.

Evel Knievel sobrevivió, pero el cantautor country Hank Williams sí falleció durante la noche que separaba 1952 y 1953. Se fue en silencio: el chófer que conducía para llevarle a un concierto en Ohio lo encontró sin vida en el asiento trasero del coche cuando hizo una parada para repostar. La autopsia señaló una insuficiencia cardíaca como causa de la muerte.

Otro músico, Alex Lifeson, guitarrista del grupo canadiense Rush, fue detenido junto a su hijo tras un altercado violento con la policía, justo después del concierto de Año Nuevo 2003 en Florida. A Lifeson le rompieron la nariz y le aplicaron varias descargas eléctricas durante la pelea. Desde luego, no es la forma de comenzar el año con que sueña una estrella del rock.