Hazte premium Hazte premium

La increíble historia de Capitán, el perro que lleva siete años vigilando la tumba de su dueño

Un perro mestizo vigila cada día la tumba de su dueño en un cementerio argentino desde enero de 2007

La increíble historia de Capitán, el perro que lleva siete años vigilando la tumba de su dueño dagbladet.no

bitacoras.com

En nuestro habitual recorrido por los asuntos más destacados de la blogosfera , hoy queremos compartir una historia sobre fidelidad animal que ha cautivado a un gran número de bitácoras y medios de comunicación de Sudamérica y que, sin duda, supera a todas las que hemos conocido hasta ahora. Su protagonista es Capitán, un perro mestizo que lleva más de siete años vigilando la tumba de su dueño en la ciudad argentina de Córdoba.

La historia de este perro, que ya había saltado a los medios en 2012, arranca en enero de 2007, cuando, tal y como leemos en blogs como « Mascotas » o « Mirada Crítica », llegó hasta el cementerio de Carlos Paz, donde había sido enterrado su dueño poco tiempo antes.

Según cuentan los familiares de Miguel Guzmán, el propietario fallecido, tras el fallecimiento de su amo, Capitán se escapó de casa y no volvieron a saber nada de él, hasta que unos pocos meses después lo encontraron echado frente a la tumba en la que descansaban los restos del que había sido su dueño.

Nadie sabe cómo el perro pudo identificar el lugar exacto en el que se encontraba su antiguo propietario, pero lo cierto es que desde hace siete años, Capitán se pasa la mayor parte del día vigilando que nada turbe el descanso de su mejor amigo. El perro tan solo abandona el cementerio para visitar la casa donde vivía con su amo, algo que hace en muy contadas ocasiones.

Desde que su enternecedora historia salió en los medios, Capitán se ha convertido en toda una celebridad en la ciudad de Córdoba. Sin embargo, ni la fama que adquirió ni los numerosos curiosos que se acercan al cementerio para verlo han conseguido que deje de hacer compañía a su dueño.

Una operación a la que fue sometido el pasado año, los achaques propios de la edad —se calcula que ronda ya los nueve años— o las varias tentativas para llevárselo del cementerio no han servido tampoco para evitar que este fiel perro pase todas las noches vigilando la tumba de su mejor amigo. Una historia que nos recuerda a la protagonizada por el gato Toldo y que, sin duda, muestra lo que es un auténtico amor incondicional.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación