«Janet», la aerolínea fantasma del aeropuerto de Las Vegas

La ciudad de Las Vegas es conocida como la capital mundial del juego y la vida nocturna. Por ello, los millones de personas que la visitan cada año, insisten en asegurar que «lo que ocurre en Las Vegas, se queda en Las Vegas». Una máxima que, tal vez, hay que extender a una misteriosa compañía aérea que tiene su base en el aeropuerto de esta ciudad.

Tal y como desvela el autor del blog « Rusadas », uno de los laterales del Aeropuerto Internacional McCarran, muy cerca de la Esfinge y la enorme pirámide del casino del hotel Luxor y del lujoso Mandalay Bay , alberga una pequeña terminal junto a un gran aparcamiento repleto de coches. Al otro lado, es normal ver estacionados varios Boeing 737-600 decorados con una linea roja y pequeños turbohélices Beech con unas líneas azules. Ninguna de estas aeronaves posee una librea que lo asocie con alguna línea aérea conocida.

A pesar de su carácter aparentemente secreto, alimentado por el hecho de que sus vuelos son identificados en los paneles de información con el inexistente código WWW , esta peculiar aerolínea fantasma es conocida popularmente con el nombre de Janet, código usado por sus pilotos para identificarse cuando hablan con los controladores de tráfico aéreo.

Además, sus planes de vuelo poseen la particularidad de que no tienen un destino u origen definido. En ellos solo consta el aeropuerto de Las Vegas como punto de partida o de llegada. El resto de su trayecto es un misterio, aunque lo más probable es que sean las bases secretas que el Ejército estadounidense tiene en Groom Lake y Tonopah, conocidas como Área 51 y 52, respectivamente.

Los seis Boeing 737-600, comprados entre 2008 y 2009 a Air China , y los pequeños turbohélices que forman la flota de esta peculiar aerolínea están registrados a nombre de la Fuerza Aérea estadounidense y son operados por un contratista militar. Desde 1972, «Janet Airlines» se encarga de recoger cada mañana a muchos empleados de estas bases secretas para llevarlos hasta sus puestos de trabajo y devolverlos a casa a caer la tarde.

Por ello, no es de extrañar que todo el personal que forma sus tripulaciones tenga que poseer la mayor y más secreta acreditación de seguridad, tal y como la propia compañía fantasma indica en sus no tan secretas ofertas de empleo.