Google-Waze, preguntas y respuestas de una importante compra

La compra por parte del gigante de internet Google de la «startup» creadora de la aplicación de navegación social Waze deja muchas dudas al respecto. ¿Qué pasará ahora? ¿Los usuarios seguirán utilizando esta popular aplicación de tráfico, que cuenta con una activa plataforma social, al mismo nivel? ¿Traerá cambios?

La compañía deja todo el centro de desarrollo e innovación de Waze en su sede actual de la ciudad de Raanana, uno de los principales parques tecnológicos del país, y evita así el despido de muchos de sus empleados. El objetivo de este movimiento es reforzar su presencia en los mapas, un campo que domina a la perfección e, incluso, lidera. Su servicio de geolocalización y de mapas es, hoy en día, insuperable.

Para los analistas, los deseos que ha despertado Waze, que ha generado una pugna entre Facebook y Google por ver quién presentaba la mejor oferta, es indicativo de la importancia estratégica de las aplicaciones de mapas para las empresas tecnológicas, tales como Apple, cuyo servicio ha tenido que ser mejorado tras el fiasco de su debut. Si bien la mayoría son libres, que son una importante fuente de ingresos indirectos para el envío de publicidad a la medida de la ubicación del usuario o para atraer a otros servicios.

La idea de Waze no es nueva, pero ha sido evolucionada. ¿Los GPS? Los GPS tradicionales, según aseguraba el creador de la aplicación Uri Levine en una entrevista con ABC , están muertos. La innovación de la compañía radica en abrirse al mundo, a los usuarios, a una opción social, a exprimir las necesidades de los usuarios. Activa su capa social gracias a su extensa comunidad de usuarios que comparten, en tiempo real, datos e información de las rutas.

De esta manera, el usuario recibe en su pantalla los obstáculos, las trampas, los accidentes como si de un Gran Hermano se tratase. Permite conocer las rutas más fáciles, los atajos, las gasolineras más baratas, los controles. Al igual que otros servicios de mapas, Waze ofrece la navegación guidada por voz , ha sido integrada en los dispositivos, lo que permite que con solo pedir el «informe de tráfico» se dispara la aplicación para proporcionar alertas sobre el flujo de tráfico.

Los usuarios pueden editar los mapas para solucionar, entre todos, lo que puedan ver de una ruta. Ahí está otra posibilidad, ya que se dice adiós a las rutas desconocidas y a las carreteras desactualizadas. «¿Por dónde voy que sale en negro?». En Waze se consolida el beneficio del colectivo.

Eso sí, dada la facilidad para publicar alertas en Waze puede entrañar el riesgo de que algún usuario, con ánimo de broma y llamar la atención, intente falsear accidente o controles de velocidad para perjudicar a los demás. «En teoría es posible», aseguraba Levine, pero «si alguien informa, por ejemplo, un accidente falso, el siguiente conductor recibirá una alerta y cuando éste vea que no es cierto, instantáneamente informará que no hay ningún accidente».

Aunque no ha trascendido la cifra de la compra, se habla de que Google habría ofrecido unos 1.300 millones de dólares (983 millones de euros). Pero, ¿por qué desembolsar tanto dinero para comprar una aplicación? Waze no tenía competidores reales en el sector de la cartografía, ahora le permitirá a Google generar una capa social muy activa en los dispositivos móviles y la compra ha sido interpretada como un movimiento defensivo por parte de Google para seguir manteniendo su posición dominante. ¿Qué pasará a partir de ahora?